Vivir con diabetes tipo 1, una condición crónica, puede ser un gran reto. Tener una hija con este padecimiento puede ser aún más complicado y sobre todo doloroso para un padre.

Este es el caso de Isaac Cotto, quien fue diagnosticado con diabetes tipo 1 en el 2010. El mismo año, su hija Berenice presentó la condición. Sus vidas cambiaron por completo; ahora necesitan insulina para mantener en control la diabetes tipo 1. Empero, encontraron una solución a las dolorosas inyecciones de este medicamento: una bomba de insulina.

Isaac afirma que su relación con Berenice ha trascendido y que están más unidos que nunca para enfrentar su realidad. Ahora padre e hija tienen una mejor calidad de vida. Aquí compartimos su historia.