Si una empresa sabe cómo reinventarse en medio de tiempos de crisis, es Cortés Hermanos. Fundada en medio de la Gran Depresión de 1929, la compañía de la familia Cortés Forteza conoce de cerca lo que es enfrentarse a una economía en contracción, pero con una población con hambre de superarse.

Así era Puerto Rico cuando Pedro Cortés Forteza estableció la que se convirtió en la empresa de chocolate más importante del Caribe.

Hoy, Cortés Hermanos se apoya en ese ímpetu y legado de innovación para contribuir a la reconstrucción de Puerto Rico tras el paso del huracán María.

Un oasis educativo para los niños

(Suministrada)
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Parte de la misión de Cortés Hermanos está fundamentada en la educación, lo que motivó la activación del programa Educa Cortés en medio de la emergencia.

Con esto, se creó un espacio para apoyar a los estudiantes que no han podido regresar al salón de clases.

Durante el año, Educa Cortés ofrece actividades culturales y talleres de verano a escuelas públicas y privadas. Pero ahora, tras el paso de María, de lunes a viernes desde las ocho de la mañana, los pequeños han llegado a la Fundación Casa Cortés para recibir talleres de diálogo y reflexión con integración de arte, hora de lectura con creación, ilustración y presentación de cuentos, así como talleres especiales de escritura, capoeira y yoga, entre otras actividades.

“Queremos ser parte del proceso de recuperación de las comunidades que fueron fuertemente afectadas por el huracán María. Por eso, ofrecerles un espacio educativo y un ratito de felicidad en medio de su dolor nos satisface enormemente”, afirmó Adelisa González, directora de la Fundación Casa Cortés.

En alianza con Atención Atención para llevar esparcimiento a los más jóvenes

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Esta pasión de educar a los niños se extendió al unirse a la iniciativa “La hora de juego”, del grupo Atención Atención, en la que han visitado varios municipios del país para llevar un rato de recreo a los chicos y chicas.

Aquí, los pequeños se funden en juegos tradicionales, música de su agrupación favorita y manualidades, mientras disfrutan del Choco Fríoo, una de sus bebidas predilectas.

Abriendo rutas de apoyo

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El equipo no solo ha llevado ratos de esparcimiento para los niños, sino también sustento para las comunidades más necesitadas luego de la emergencia. Para esto, Cortés se unió a Pan Pepín para llevar alimentos, leche evaporada y chocolate a varias comunidades a través de la isla.

Como parte del compromiso de la empresa con el país, se han realizado múltiples donaciones a entidades estatales, municipales y privadas.

Luego de visitar pueblos como Morovis, Toa Baja, Adjuntas y Ponce, afirman que continuarán la labor solidaria durante las próximas semanas.

Firme la apuesta a los agricultores locales

Conscientes del impacto que tuvo el huracán María en el sector agrícola, Cortés Hermanos reiteró su compromiso de apoyar la emergente industria del cacao en Puerto Rico.

Fue precisamente esta apuesta al cacao boricua lo que los llevó a ser reconocidos entre los mejores 50 cacaos del mundo durante la premiación International Cocoa Awards, celebrada en París, Francia.

“Este reconocimiento es en nombre y gracias a todos los agricultores de Puerto Rico, ya sea de cacao o de cualquier cultivo”, aseguró Eduardo Cortés, vicepresidente de Operaciones de Cortés Hermanos. “Gracias a ellos existe la posibilidad del suministro de alimentos nutritivos y frescos que estimulan nuestra salud y economía”.