Houston.- Los Heat de Miami siguieron acaparando la atención y el protagonismo dentro y fuera del campo en la jornada de la NBA después que lograron de nuevo la victoria con el alero LeBron James de estrella, y el presidente del equipo, Pat Riley, de directivo agresivo que salió en su defensa.

Antes que los Heat saltasen al campo del New Orleans Arena para enfrentarse a los Hornets, Riley dio a conocer un comunicado en el que literalmente le dijo al gerente general de los Celtics de Boston, Danny Ainge, que "cerrase su boca y se dedicase a dirigir a su equipo, en lugar de opinar sobre los comentarios de James".

La estrella de los Heat, después del partido que perdieron el miércoles contra los Bulls de Chicago y les rompió racha de 27 triunfos consecutivos, se había quejado de la dureza que los árbitros permiten a los jugadores rivales cuando le marcan.

James, sobre la cancha, anotó 36 puntos, incluyendo seis triples en seis minutos, y los Heat ganaron a domicilio (89-108) a los Hornets.

James, que logró siete triples, quedando a sólo uno de su mejor marca como profesional, también aportó seis asistencias, cuatro rebotes y dos recuperaciones de balón.

El veterano ala-pívot Tim Duncan anotó 34 puntos, su mejor marca en lo que va de temporada, incluyendo jugada de tres tantos cuando restaban 2,2 segundos para finalizar el tiempo reglamentario, y llevó a los Spurs de San Antonio a conseguir la victoria por 104-102 ante los Clippers de Los Angeles.

Los Spurs (55-17) sumaron dos triunfos seguidos y se afianzan como líderes en la Conferencia Oeste con 2.5 juegos de ventaja sobre los Thunder de Oklahoma City, que perdieron 93-101 contra los Timberwolves de Minnesota.

Duncan también consiguió 11 rebotes, dio tres asistencias y puso dos tapones, que permitieron a los Spurs ganar el séptimo partido consecutivo en su campo del AT&T Center, en San Antonio.