SCOTTSDALE, Arizona — El alero P.J. Tucker de los Suns de Phoenix fue sentenciado a tres días de cárcel y 11 de arresto domiciliario tras declararse culpable de conducir "extremadamente" ebrio.

"Lo lamento de verdad y asumo total responsabilidad por mis actos. No hay excusas", afirmó Tucker en un comunicado. "Ahora es responsabilidad mía examinar mi vida y hacer los cambios necesarios para asegurarme que esto no vuelva a ocurrir nunca".

Tucker traía un nivel de alcohol en la sangre de .22 después de que fue arrestado el 10 de mayo en Scottsdale, informó la policía.

El jugador accedió a colocar durante 18 meses un dispositivo en su automóvil que no le permite arrancarlo en caso de estar alcoholizado, someterse a tratamiento psicológico contra el abuso de sustancias y pagar multas por 2,750 dólares. Fue colocado en libertad condicional hasta por 5 años.

Los detalles del castigo y el comunicado de Tucker fueron dados a conocer por sus abogados luego de que el lunes se presentó en la corte.

"Al sopesar este asunto, concluimos que P.J. fue sincero en su arrepentimiento y en su determinación de aceptar las consecuencias de sus acciones", dijo Lon Babby, presidente de operaciones de básquetbol de los Suns. "Estamos convencidos de que dará los pasos necesarios para evitar una conducta así en el futuro. Los Suns de ninguna manera condonamos su conducta, pero sí lo respaldamos mientras trabaja para salir de esto".

Un policía de Scottsdale obligó a Tucker a orillarse en su Mercedes Benz. El reporte policial indicó que el jugador no podía hablar bien, traía los ojos inyectados de sangre y casi se cayó al piso durante la prueba de sobriedad.

Los Suns estaban al tanto del arresto cuando Tucker firmó un contrato por tres años y 16.5 millones de dólares con el equipo a principios de julio.

Tucker jugó con los Piratas de Quebradillas, en el Baloncesto Superior Nacional.