La idea de que el Baloncesto Superior Nacional (BSN) podría estar ausente en Arecibo  y San Germán para el próximo año no fue bien recibida.

Según gerenciales de estos equipos,  la apremiante situación económica de Puerto Rico ha colocado una presión sobre las finanzas para mantener a flote las franquicias.

Isidro Negrón y Carlos Molina, alcaldes de San Germán y Arecibo, respectivamente, argumentaron ayer que hacen todo lo posible para aportar dentro de las limitaciones en sus presupuestos.

“Es una decisión triste la que se ha tomado. El apoyo de San Germán siempre ha estado presente. Pero si no pueden continuar con esa función, que les cedan el paso a otras personas que tienen interés”, dijo Negrón. “Hemos cooperado con el equipo, pero a la misma vez hay una situación fiscal y tenemos que estar seguros de dónde ponemos el dinero”, continuó.

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Negrón indicó que dentro del presupuesto anual contempla una aportación de $82,000, además del uso sin costo del coliseo Arquelio Torres, una oficina permanente y las cantinas. No obstante, José “Picky” Servera, apoderado de los Atléticos, anticipó  recortes en las ayudas por la imposición de una Junta de Control Fiscal como parte de la ley PROMESA.

“Que entiendan que los municipios no podemos llevar esa carga absoluta. No me van a intimidar porque sea año de elecciones. He sido responsable con el pueblo. No todo puede ser del municipio. Le corresponde a la gerencia de la franquicia promover las ventas de los abonos, motivar a la gente para que asista a la cancha. Eso no lo hace el alcalde”, destacó Negrón.

Molina, por su parte, coincidió con Negrón. 

“Cada dueño (de equipo) sabe lo que hay en la olla, de la misma manera que conozco lo que entra y sale del municipio. Conozco los problemas económicos que tengo porque los vivo todos los días”, sostuvo Molina vía telefónica.

Asimismo, enfatizó que Arecibo no está en posición para ir más allá de asumir los pagos por el servicio eléctrico que consume el coliseo Manuel “Petaca” Iguina.

“No se puede dar dinero porque no lo tenemos. Pueden pedir todo lo que quieran, pero no lo tengo. Lo más que puedo hacer es hacer una petición a través de la asamblea municipal para hacer los pagos mediante un acuerdo con la Autoridad de Energía Eléctrica”, explicó Molina.

Aun así, confía en que los Capitanes puedan defender el cetro que ganaron en la pasada temporada.

“Espero que finalmente jueguen. Nuestros Capitanes son  una de nuestras instituciones más importantes. Me hace falta para que se divierta la gente. Además, tenemos un coliseo que costó $40 millones. ¿Para qué tenerlo si no se usará?”, dijo.

Este medio intentó, sin éxito,  obtener una reacción de Ramón Luis Rivera hijo,  alcalde de Bayamón. 

Culpa compartida

Negrón señaló que tanto el BSN como algunos apoderados son los responsables por las precarias financias en la liga puertorriqueña.

“El BSN tiene culpa porque se prostituyó el baloncesto. Ya no existen jugadores franquicia  en los pueblos porque todo se traduce en  dólares y centavos. Antes había más equipos, más gente iba a las canchas para ver  juegos. Pero cuando se tienen jugadores ganando sobre $120,000 por una temporada, algunos apoderados se han excedido por la  obsesión de ganar un campeonato”, advirtió.

En el 2013, el BSN aprobó un tope salarial de $120,000 por temporada para jugadores nativos con seis años o más de experiencia  en la Liga.