CLEVELAND  — Cuando llegaron a la Quicken Loans Arena, los Cavaliers recibieron los relojes conmemorativos del título que obtuvieron la campaña anterior en la NBA.

Los Clippers les dieron algo distinto: una segunda derrota consecutiva.

J.J. Redick aportó 23 puntos, Blake Griffin igualó la mejor marca de su carrera con 11 asistencias y Los Ángeles se reivindicó tras una terrible derrota, al arrollar el jueves 113-94 a Cleveland.

El triunfo fue meritorio, ante los campeones vigentes, que no habían hilado dos derrotas seguidas desde que se coronaron.

Tras el revés, no hubo pánico en los vestuarios de Cleveland. Más bien pudo apreciarse una respuesta mesurada ante la primera adversidad con la que se han topado los jugadores en la campaña.

Los Cavs cayeron también el martes, en Milwaukee. Pero LeBron James no está preocupado todavía.

"Desde luego, fueron dos partidos malos", indicó el astro, quien anotó 16 puntos pero perdió cinco balones. "Uno espera que esto no ocurra en encuentros seguidos, pero puede ocurrir. Ahora, ¿tres juegos en fila? Eso sí ameritaría que hablemos. Necesitamos encontrar soluciones. Esto es diferente al fútbol (americano), donde tienes que esperar toda una semana para redimirte. Acá jugamos mañana, así que estaremos bien".

Chris Paul anotó 16 unidades y DeAndre Jordan atrapó 15 rebotes por los Clippers, que dilapidaron una delantera de 18 puntos y debieron disputar una doble prórroga el martes en Brooklyn, donde cayeron.

Los Ángeles tomó el control del encuentro del jueves con una racha de 13-2 en el comienzo del tercer cuarto.

"En este nivel estamos. Lo creo de verdad", dijo el entrenador de los Clippers, Doc Rivers. "Jugamos con nuestro potencial real. Tuvimos algunos obstáculos, lo cual es bueno. Chris se metió en problemas de faltas y aumentamos la ventaja. Fue un triunfo colectivo".

Kyrie Irving totalizó 28 tantos y James sumó 16 por los Cavs, que ante los Bucks el martes, cuando Tyronn Lue retiró de la cancha a sus titulares durante la segunda mitad.