A principios de este año, el canastero Joel Jones Camacho enganchó abruptamente las zapatillas por una condición en el corazón.

Anteayer, la historia se repitió con otra baloncelista del patio, Angélica Bermúdez.

 Un examen físico de rutina le quitó la carrera a Bermúdez. Pero al mismo tiempo le salvó la vida a la joven y profesional de 28 años.

Bermúdez anunció anteayer que se retiró del baloncesto nacional e internacional porque fue diagnosticada con una condición llamada cardiomiopatía hipertrófica que podría causarle la muerte si continuaba activa como jugadora.

El diagnóstico golpeó emocionalmente a Bermúdez.

“Lloré. Lloré, porque no podría jugar baloncesto más. Esa es mi vida”, contó ayer la exjugadora de las Atenienses de Manatí en el Baloncesto Superior Femenino a Primera Hora. 

Para colmo, la noticia fue inoportuna para Bermúdez, quien fue criada en la casa de uno padres adoptivos.

Fue así porque le quitó a Bermúdez la oportunidad de jugar en su primer Campeonato Mundial con la Selección Nacional, que este verano clasificó por primera vez en su historia a ese evento de adultos. Ella fue parte de la historia.

“Definitivamente llega a mal tiempo porque hicimos historia al clasificar a ese evento y ya no podré jugar más”, dijo. 

Pero al mismo tiempo, la recomendación del médico con un diagnóstico como ese fue acatada por la jugadora como cuando es llamada al banco en problemas de faltas personales. “Podía seguir jugando, pero escogí vivir”, contó la centro de 6’1”, de estatura.

Cardiomiopatía hipertrófica es una condición que hincha parte del corazón sin razón alguna y provoca que el músculo sea menos efectivo bombeando sangre hacia el resto del cuerpo. 

Aunque Bermúdez dijo que ningún síntoma la llevó al médico, la condición puede provocar síntomas como hinchazón en las piernas, problemas para respirar, dolor de pecho y palpitaciones irregulares.

Esta condición fue la que acabó con la vida del enebeísta Reggie Lewis, de los Celtics de Boston, en el 1993, tras colapsar en una práctica.

La condición es hereditaria.

No es la única condición cardiovascular que afecta a los atletas. De hecho, hay muchas condiciones además de cardiomiopatía, dijo el médico del Equipo Nacional adulto de Puerto Rico, el cardiólogo Luis Molinari.

Otras condiciones son displacia arritmogénica, síndrome de brugada y origen anómalo de las arterias coronarias, detalló Molinari.

Todas las condiciones son poco comunes, pero no deben pasar por alto pese a su frecuencia, dijo el cardiólogo.

“Son bien poco común, pero últimamente, por la razón que sea, estamos viendo que ha habido más”, dijo Molinari al tiempo que detalló que el uso de drogas, de bebidas energizantes y sobre entrenamiento pueden ser detonantes para las condiciones.

“Deben hacerse evaluaciones y el médico también debe hacer bien su trabajo”, agregó.

Lo que diferencia la cardiomiopatía hipertrófica de las demás condiciones es su peligrosidad como la primera en causa de muerte en atletas en problemas cardíacos.

Además de sacar de la cancha a Bermúdez, la cardiomiopatía hipertrófica obliga al atleta a buscar alternativas laborales, como es el caso de Bermúdez.

“Tengo mi trabajo regular. Trabajo en un banco (comercial)”, dijo quien nació y reside en Nueva York. 

“Y, eventualmente, quiero convertirme en dirigente para devolver lo que me han enseñado”, dijo la jugadora graduada de Kean University en Nueva Jersey.