México. Mucho se ha especulado de lo que le depara a Argentina una vez los veteranos Luis Scola y Andrés Nocioni se retiren de su equipo nacional y llegue el fin de la famosa ‘era dorada’ del básquet argentino.

Ambos todavía siguen como espina dorsal del quinteto ante la salida de otros puntales de esa era, como Emanuel Ginóbili, Pablo Prigioni, Carlos Delfino, Fabricio Oberto y Leo Gutiérrez, por mencionar a algunos, mientras les dan paso a otros  como Facundo Campazzo, Gabriel Deck y Patricio Garino.

“Gran parte del problema es que se ha cortado lo que era el éxodo a Europa, que era nuestra universidad. Y no porque no haya el talento joven, sino porque hubo un cambio en las reglas, aparte de la crisis económica allá. En un momento llegamos a tener más de 200 jugadores allá y ahora son muy pocos en primera división. De no ser así, jugadores como Deck y Garino estarían hace tiempo jugando allá”, dijo el dirigente argentino Sergio Hernández a este medio.

Relacionadas

La situación podría compararse con el efecto que tuvo en Puerto Rico la prohibición de jugadores activos en el baloncesto colegial de la NCAA jugaran en el BSN y complementaran su desarrollo para fortalecer la Selección Nacional.

En  Argentina, el descenso en la  exportación de  jugadores jóvenes a Europa los ha obligado a cosechar aún más su torneo nacional y, en otros casos como el de Garino, a optar por enviarlo a la NCAA, donde juega en la Universidad de George Washington. Además, el programa de selecciones de Argentina también ha decidido ampliar su gama de jugadores útiles para sus equipos en diferentes competencias regionales para tener un núcleo más grande de donde escoger para los torneos grandes.

“Antes de este Preolímpico fuimos a otros torneos y fogueos internacionales con otros jugadores. Es la manera que tenemos para ir desarrollando más talento para nuestras competencias. Si uno se queda solo con lo que hacen los jugadores en su liga nacional, pues no van a ser exitosos. Hay que hacer otras cosas para  buscar su desarrollo”.