San Germán. Cuando inicio la temporada 2017 del Baloncesto Superior Nacional, la incertidumbre reinaba en San Germán.

Era un equipo con talento joven con ansias de probarse, pero necesitada de un guía, de una alta dosis de confianza y de buenos refuerzos que complementaran la plantilla para tener alguna aspiración de poder colarse en la postemporada.

La tropa que comanda el dirigente Wilhelmus Caanen parece haber llenado todos esos requisitos a pesar de un desafortunado inicio de 3-9 esta campaña pues sin contar el partido de anoche ante Guayama se habían metido de lleno en la lucha para un puesto en playoffs al ganar 13 de sus pasados 18 partidos, incluyendo ocho en ristra.

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“Desde un principio no nos hemos salido de nuestro plan de trabajo. Todo iba a depender cuánto tiempo tomaba el tiempo de madurez. Teníamos jugadores con el ‘package’ necesario para competir de tú a tú con cualquiera en esta liga. Era cuestión de aprender a ganar juegos, a cerrar juegos. Y entendieron el mensaje”, dijo Caanen a Primera Hora.

“Ahora los planetas se alinearon. Todo cayó en su lugar y ahora estamos viendo los frutos”.

El cambio fue crucial

Según Caanen, las cosas comenzaron a cambiar desde el momento en que el equipo tomó la decisión de enviar a Benito Santiago, Ismael Romero y Yudnel Pérez a Bayamón por Alex Franklin, Tyler Polo y Paul Graham, en lo que algunos catalogaron como un cambio disparejo para los Atléticos.

Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón a Caanen.

“El cambio tuvo mucho que ver en este resurgir. Las personas que estuvieron conmigo tenían mucho talento pero no necesariamente entendían las aspiración colectiva. Podíamos perder, pero si tenían buenos números tenían una sonrisa en la cara. Yo quería gente que le importara más ganar que sus números”, reveló Caanen.

“Franklin me han ayudado en esos momentos de paciencia, de madurez. Y en defensa nos ha ayudado muchísimo. Pero la parte más importante es que él, Graham y Polo son ‘cheerleadeers’. Cuando no están en cancha, están animando a sus compañeros. Hay buena vibra en este equipo”.

Claro, esto aparte de que los refuerzos Justin Keenan y Devin Ebanks han hecho el trabajo y que nativos como Gary Browne, Isaac Sosa y Carlos ‘Yao’ López han excedido las expectativas.

“Justin Keenan cayó en tiempo. Mucha gente se impacientó a inicios de temporada. ¿Llegará o no llegará? Le dije que necesitaba que despertara y lo estamos viendo. En cuanto a Ebanks, es un ‘upgrade’ del refuerzo que teníamos antes en su posición (Courtney Fells). Es un jugador más grande, mejor anotador y me da tranquilidad en el ‘clutch’. Viene con un millaje que es respetado por sus colegas y por los árbitros”, dijo Caanen.

“También estoy bien complacido con ‘Yao’. Le dije que no tenía que anotar muchos puntos pero sí jugar con más confianza y agresividad. Ha sido la punta de lanza en estrategias defensivas. Crea ‘mis-matches’ en el lado defensivo, llena muchos boquetes. Quizás en algún momento se haga justicia en la parte ofensiva, pero me está dando muchísimo en el lado defensivo”.

En cuanto a Browne y Sosa, Caanen sostuvo que ambos están demostrando el talento que tienen con los minutos de juego que le están dando.

“Con la confianza que se le ha dado a Gary y a Isaac, los dos han hecho un gran trabajo. El tiro de Isaac es envidiable y lo que trae Gary a nivel atlético es otra cosa. Los dos han llenado las expectativas”, dijo Caanen.

Ahora lo que falta es que San Germán pueda llenar expectativas, pero en la postemporada, donde no han avanzado más allá de la primera ronda en más de una década.

“No queremos que esto sea un oasis en el desierto. Aspiramos a más. Pero vamos a tomar las cosas día a día y juego a juego. No podemos enamorarnos de la racha. No podemos perder de perspectiva lo que estamos haciendo. Hay que estar preparados mentalmente, seguir creciendo, poder emular esto en playoffs”, agregó Caanen.