MIAMI  — Eran las 10:29 p.m. del 9 de febrero de 2016. 

Miami perdía por 22 puntos tarde en el cuarto parcial. La mayoría de los fanáticos abandonaron la instalación para terminar la noche. Y Chris Bosh caminaba al banco del Heat luego de cometer una banca, sabiendo que su noche también culminaba. 

No ha jugado desde entonces. 

Quizás no vuelva a jugar más.

El aniversario que Miami ni Bosh van a celebrar está aquí. Desde que el delantero no juega hace un año, el Heat puede comenzar el proceso de eliminar su contrato de su tope salarial. Bosh todavía cobra, $23.7 millones por temporada, y otros $52.1 millones por los próximos dos años. 

Pero el jugador Todo Estrella y parte de los últimos dos campeonatos del Heat no ocupara ningún espacio salarial. 

Lo convencional sería que el Heat no realice ninguna movida hasta que la necesiten, que podría ser en semanas o en meses desde hoy. Y si Bosh puede superar los problemas de coágulos de sangre que lo han afectado por las pasadas tres temporadas para jugar de nuevo, no lo quiere decir.

No respondió a un pedido de entrevista, aunque dijo el mes pasado que ha probado un poco el retiro. 

"Lo extraño", dijo el veterano y capitán del Heat Udonis Haslem. 

"Extraño estar alrededor de él en el camerino. C.B. realmente no tenía opción sobre esto. La decisión fue hecha por él. Extraño no tenerlo aquí. Extraño su conocimiento del baloncesto. Extraño su humor. Lo extraño todo", agregó. 

Bosh todavía tiene una esquina en el camerino y su nombre está en la plantilla. Esa es la extensión de su presencia en u Heat que suma 12 victorias corridas luego de comenzar la temporada con marca de 11-30 para volver a la carrera por un puesto de la postemporada de NBA. 

Bosh no ha atendido a los juegos, no habla del equipo en sus cuentas de redes sociales, y tampoco se ha actualizado el estatus de su salud por meses.  

"Todos lo extrañamos", dijo el armador Goran Dragic.