Caracas. En la cancha, se conocen al dedillo. A veces ni siquiera miran a la hora de realizar un pase, pues saben en cuál lugar del tabloncillo estará su compañero.

Los canasteros Carlos Arroyo, Daniel Santiago y Larry Ayuso son los veteranos de esta Selección, amplios conocedores de estos lares, guerreros de grandes batallas con el uniforme de Puerto Rico.

En Caracas, han demostrado que sus aportaciones van más allá de la veteranía. Siguen siendo piezas importantes del equipo, especialmente Arroyo, quien es el capitán del grupo y un líder indiscutible. Santiago, a sus 37 años, le sigue dando una sólida presencia en la pintura a Puerto Rico, mientras que Ayuso, de 36, regresó este año a la Selección tras cumplir una suspensión impuesta luego de abandonar el equipo antes del Mundial de Turquía 2010.

“Sabemos lo que es representar y usar la camisa de Puerto Rico”, expresó Santiago. “No tenemos muchos años más para hacerlo, y estamos aprovechando el momento. Queremos dar lo mejor por nuestro equipo, representar a Puerto Rico al máximo. Es algo muy importante para nosotros”, añadió.

Santiago viste la camisa boricua desde que jugó con la selección Sub-22 en el 1997 y tuvo un breve retiro del Equipo Nacional entre 2006 y 2008.

“Yo he jugado muchos años con Larry, no solamente en el Equipo Nacional, sino también en la liga de Puerto Rico. Sé cómo a él le gusta jugar, también a Carlos. Como los argentinos, que han tenido muchos años jugando juntos. A veces puedes hacer un pase sin mirar, pero no todo el tiempo”, dijo Santiago entre risas.

Ayuso, por su parte, destacó la importancia de que los tres aún estén saludables para aportar a la causa.

En los primeros dos partidos del Premundial, Arroyo promedió 13.5 puntos, Ayuso 10.5 y Santiago 8.5 en enormes victorias sobre Brasil y Canadá.

“Somos competidores, guerreros. Siempre en nuestra carrera batallamos duro. Gracias a Dios que estamos saludables y podemos aportar”, comentó Ayuso.

El primero que se alegra del regreso del veterano tirador es el propio Arroyo.

“Yo, más que nadie, está más que contento de tener a Larry de vuelta. Fue mi compañero por muchos años y logramos muchas cosas juntos. Bien contento de verlo meter ese canasto y hacer la X con sus manos”, expresó un sonriente Arroyo. “Pero, más que nada, disfruto tenerlo en el grupo como compañero y jugar con él. Nos abre mucho la cancha, los equipos entienden su habilidad y no le dan mucho espacio”.

Arroyo, de 34 años y quien jugó su primer Mundial en el 2002, también se desbordó en elogios hacia Santiago. “Cuando Danny está en cancha, la ofensiva tiene que fluir a través de él. Ha hecho un tremendo trabajo. Entiende su rol y hace grandes cosas para nosotros”.