Un error lo comete cualquiera, pero el referí se tragó el pito durante una crucial jugada que muy bien le pudo haber costado el partido del martes a los Warriors de Golden State.

Cuando Mike Conely dejó atrás la defensa, ante los ojos de Steve Kerr, dirigente de los Warriors, y de Andre Iguodala, el armador de los Grizzlies dio unos pasitos de más y le permitieron el canasto. Eso amplió la ventaja de Memphis a siete puntos cuando restaban poco más de tres minutos de partido.

La repetición de la jugada demuestra claramente que Conely tomó tres pasos, pero el problema fue que, en lugar de presentar su argumento, Iguodala hizo un bailecito en señal de burla. El árbitro no le agradó mucho la acción de Iguodala y le pitó una falta técnica. Kerr también recibió una técnica aunque no bailó.

Cuando los Grizzlies cobraron los tiros libres, la ventaja del equipo aumentó a nueve puntos.