Sus caritas lo decían todo.

La experiencia de practicar su deporte favorito, el baloncesto, era de por sí motivador para decenas de niñas y niños de San Juan.

Pero además, tenían la oportunidad de escuchar y compartir con José Juan Barea, el que juega en la NBA y quien, al igual que ellos, se formó y se desarrolló en las canchas de Puerto Rico.

Barea y su campamento Super 60 Academy llegó ayer al Coliseo de Puerto Rico para compartir con niños y niñas de los programas deportivos del caño Martín Peña, la Boys and Girls Club, la YMCA y diversos programas del Departamento de Recreación y Deportes (DRD).

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“Esto es un día para pasarla bien y que los niños disfruten el baloncesto, participen en drilles, que me conozcan a mí un poco y que sigan hacia delante”, destacó el armador de los Timberwolves de Minnesota.

La gira del campamento comenzó el pasado 18 de junio en Mayagüez, continuará hoy en Caguas y concluirá el próximo martes con una visita a Vieques.

“A mi me encanta esto y lo llevo haciendo desde que entré a la NBA. Esto es algo que yo quiero hacer cuando me retire, tener mis propias facilidades y mi propia escuela para niños, principalmente para el baloncesto, pero me imagino que harán otros deportes también”, resaltó Barea.

En la actividad de ayer, que contó con la ayuda de varios entrenadores, los jóvenes realizaron diversos ejercicios de destreza en el manejo del balón, esquemas ofensivos y defensivos y rutinas de calentamiento y preparación física.

Del mismo modo, Barea conversó con el grupo sobre su desarrollo y ascenso por las diversas categorías del baloncesto organizado, al igual que su experiencia como jugador novato en la NBA en la campaña 2006-2007 con los Mavericks de Dallas bajo la dirección del ex jugador Avery Johnson.

“Quiero que ellos vean que me crié en Puerto Rico, que jugué en todas las categorías menores y que venía a campamentos como éste cuando era chiquito. Algunos me preguntan sobre la NBA, de LeBron James y Kobe Bryant y cómo me siento de jugar contra ellos. Cuando yo tenía esa edad y escuchaba a jugadores que estaban en la NBA hablar me hacía efecto”, subrayó Barea.

El armador mayagüezano, quien ahora es padre, admitió que se goza ver cómo los niños disfrutan de la actividad.

“Me encanta, en especial, verles las caras, ver que lo estén disfrutando y, de paso, me entero de las cosas que están pasando en las escuelas porque siempre tienen un cuento para mí. Ese tiempo (en las categorías menores) para mí era de lo mejor, viajando con mi familia y amigos representando a Puerto Rico”, enfatizó Barea.