José Juan Barea y los Mavericks de Dallas suelen ingeniárselas con su buen uso del pick-and-roll y el pase extra en el perímetro para sacar victorias. Pero, ante equipos que cuentan con exceso de jugadores con brazos largos, gran capacidad atlética y habilidad para molestar en las líneas de pase en el perímetro, suelen tener dolores de cabeza.

Y uno de esos equipos lo son los Bucks de Milwaukee, quienes están encabezados por largos saltarines como el griego Giannis Antetoukompo y el base de 6’7” de estatura Michael Carter-Williams, aparte de que son dirigidos por el exjugador de Dallas, Jason Kidd, sapiente aprendiz que conoce bien las artimañas estratégicas del coach Rick Carlisle.

Milwaukee (1-0), de hecho, viene de sorprender a los Bulls de Chicago en su cancha y arruinar el debut de Dwyane Wade allí al derrotarlos, 93-91, con Williams aportando 11 puntos, 10 rebotes y seis asistencias y el base suplente, el australiano Matthew Dellavedova, agregando 11 tantos con seis asistencias.

Por tal razón, Barea parece que tendrá las manos llenas ante esa dupla de armadores, aunque el boricua viene jugando sólido como abridor en los primeros dos desafíos de exhibición de Dallas (1-1) al promediar 9.5 puntos y 2.5 asistencias.

El que sí tiene que enderezar su puntería es el alero Harrison Barnes, que tuvo 12 puntos durante su debut ante los Pelicans de Nueva Orleans, pero se fue de 10-1 de campo en el triunfo de Dallas sobre los Hornets de Charlotte, 95-88. Barnes viene de firmar contrato de $94 millones por cuatro años. 

La sorpresa agradable han sido  Seth Curry –hermano de Stephen Curry– y el alero argentino Nicolás Burssino.

Curry ha promediado 16 puntos viniendo del banco, mientras que Burssino ha aportado 9.0 puntos, 4.5 rebotes y 2.5 asistencias también como reserva.