El nacimiento del primer hijo varón no se da todos los días.

Por eso, aunque Carlos Arroyo tiene un ofrecimiento del equipo Galatasaray en Turquía, el canastero boricua prefirió posponer su partida hasta que su esposa, Xiomara, dé a luz a su tercer retoño a mediados del mes de diciembre.

“Decidí estar con mi esposa estos últimos dos meses de su último embarazo. Es mi primer varón”, dijo Arroyo a Primera Hora. “Luego de eso tomaré vuelo”.

La decisión de Arroyo, que también es padre de Gabriela (siete años) y de Daniela (dos años), es premeditada, pues no desea estar lejos de su familia durante este evento especial.

Esa, más que cualquier otra cosa, era la razón por la que prefería mantenerse jugando en Estados Unidos en la NBA antes de ir a buscar su sustento al otro lado del oceáno Atlántico.

De ir a Galatasaray en Turquía, jugaría bajo el mismo dirigente que tuvo en el Besiktas la pasada temporada en Turquía, Ergin Ataman, por lo cual su ajuste al equipo no sería trascendental. Además, allí estaría jugando junto a otros dos ex colegas del Besiktas, el refuerzo David Hawkins y el nativizado Ersin Dagli.

En la NBA, aún no le ha surgido un ofrecimiento serio, pero no se descarta esa posibilidad si surgiera de aquí a diciembre.

Por el momento, se mantiene entrenando en la Universidad de Florida International.

Rivera a México

Uno que sí ya alzó vuelo es el base Filiberto Rivera, quien pactó esta semana con los Halcones Rojos de Veracruz que dirige Eddie Casiano y donde también milita Carlos Rivera.

Rivera viene de promediar 15 puntos y 5.7 asistencias con San Germán en el Baloncesto Superior Nacional.