Fajardo. Carlos Arroyo no puede precisar cuántos años vislumbra seguir jugando en el Baloncesto Superior Nacional (BSN). 

El próximo 30 de julio cumplirá 39 años de edad y sus prioridades han cambiado. Arroyo está centrado en recuperar el tiempo que estuvo alejado de su esposa Xiomara y de sus hijos Gabriela, Daniela y Carlos Jr. por estar participando en la NBA y ligas profesionales en España, Turquía e Israel.

Eso sí, Arroyo luce determinado en jugar varias temporadas más en el BSN antes de concentrar sus energías en otras facetas que incluyen ser dirigente. 

Sobre eso y otra cosas conversó el armador con Primera Hora minutos antes del inicio de la sexta sesión de entrenamiento de los Cariduros de Fajardo en preparación para la temporada del BSN que iniciará el 5 de mayo.

¿Qué significa regresar a los Cariduros para una temporada más?

“Es un año que se acerca al fin de mi carrera. Es especial porque por segunda ocasión consecutiva regreso como codueño del equipo y jugador. Es una situación especial porque sé lo corto que nos quedamos el año pasado para llegar a la meta que queríamos”. 

En el 2017, los Cariduros fueron eliminados por los Piratas de Quebradillas, eventuales campeones del BSN, en la ronda semifinal en siete juegos.

La preparación para Arroyo este año es más rigurosa porque ya van dos años desde que dejó de jugar en ligas internacionales. 

¿A tu edad, cómo te preparas ahora que no juegas en otras ligas? 

“En cierta manera me ayuda (no estar jugando). Descanso, no soy tan fuerte con mi cuerpo. Eso me ha ayudado en esta etapa de mi carrera. Anteriormente había decidido irme a Europa y eso me ayudaba a mantener el ritmo. El año pasado me uní a los Leones de Ponce para la Liga de las Américas y eso me mantuvo en ritmo para poder venir y unirme a Fajardo en condición. Cuando me uní a Ponce fue después de estar cinco meses inactivo sin jugar en una liga como lo hacía regularmente. Me mantengo entrenando todo el año. Siempre ha sido mi responsabilidad como jugador profesional de este deporte. Uno nunca sabe cuándo las oportunidades van a surgir y las decisiones que uno toma de aceptar esos retos ya sea un contrato en España o Grecia”.

¿Esas puertas siguen abiertas?

“Esas puertas las cerré. Fue mucho el sacrificio fuera de mi casa. Me perdí muchos cumpleaños, días de escuela de mis hijos y creo que en esta etapa de mi vida tengo la oportunidad de decir que no voy a viajar más. Voy a descansar estos meses. Es el tiempo de mis niños. Mi hija grande está jugando voleibol y comienza a viajar mucho. Ese sacrificio de estar fuera de casa me gastó”.

En términos de Puerto Rico, ¿durante cuántos años más te vislumbras estar jugando?

“Todo depende como termine mi cuerpo. Llevo cuatro años diciéndole a mi esposa un año más. Pero el baloncesto es lo que amo, me encanta competir, prepararme, los momentos de presión y los momentos de gloria. Estos pasados dos años poder regalárselos a mi pueblo (Fajardo), frente a mi familia y amistades de crianza, tiene un significado especial”.

¿Estás listo para hacer esa transición de asistente o hasta dirigente? 

“Son posibilidades que pueden existir en un futuro. Dentro de la cancha me considero un coach y hay que tener mucha paciencia. Espero poder obtener toda la experiencia posible como jugador para llevar a esa etapa como entrenador en un futuro cercano”.

¿Cuál es la rutina con tus hijos cuando estás en Miami?

“Me levanto todos los días a las 7:00 de la mañana a levantar a los pequeños. Mi esposa se encarga de prepararles las meriendas mientras me encargo de vestirlos, que se cepillen los dientes, llevarlos a la escuela. En fin, un papá a tiempo completo. Todo ese tiempo que perdí por estar en Europa lo perdí. Fue un sacrificio, pero ahora me lo disfruto al máximo”.

Administrarán sus minutos

Para el dirigente de los Cariduros, Allans Colón, la presencia de Arroyo en las prácticas desde el primer día es motivo de júbilo. 

Sin embargo, es consciente de que debe ser cuidadoso para preservarlo. 

“Trataremos de velar (los minutos) de Carlos para tratar de evitar lo que nos ocurrió el año pasado. Queremos que sus minutos vayan de menos a más a medida que va avanza la temporada regular. Lo veo más ready. El año pasado jugó en la Liga de las Américas, pero se está cuidado más”, dijo Colón.