Ponce. Si fuera por el dirigente de los Piratas de Quebradillas, Carlos Calcaño, todos los técnicos del Baloncesto Superior Nacional (BSN) serían entrenadores del año.

El nombre de Calcaño se menciona con fuerza como uno de los candidatos al premio del entrenador del año, pero el veterano técnico no pierde la cabeza por esas menciones.

“Tengo que darle gracias a Dios por todas las bendiciones de este año. Que mencionen a uno es un honor. Me gusta que hablen del equipo” dijo Calcaño a Primera Hora.

“(Pero) para mí, el coach del año son todos los que laboran en la liga, y los que no están, que han aportado para que el baloncesto se mantenga. Soy participe de que el dirigente del año tienen que ser todos” señaló Calcaño, quien tiene a los Piratas en la postemporada del BSN.

Calcaño asumió la dirección de la nave corsaria cuando el equipo empezó la campaña con marca de 2-4. Desde entonces, Quebradillas se solidificó como uno de los mejores equipos de la liga, al punto de hilvanar una racha de 12 triunfos seguidos en casa y clasificarlos a los playoffs en la segunda posición.

“No había que hablarles mucho. El coach anterior (Leonel Arill) los había preparado bien. Era cuestión de darle continuidad a lo que se estaba haciendo y cambiar la atmósfera”.