El Torneo Nacional de Baloncesto de Sordos de EE.UU. (NDBO, en inglés) se celebra estos días en San Juan con la participación de 24 equipos del territorio continental y tres de Puerto Rico, que se miden en la cancha bajo las mismas reglas que se observan en el baloncesto tradicional.

Esta es la primera ocasión que el torneo se celebra en Puerto Rico, aunque cumple ya su octava edición, según detalló hoy a Efe la dirigente y fundadora de la organización anfitriona Boriks Deaf Sports, Josselie Rivera, organizadora de este evento, que tiene lugar en el Coliseo Pedrín Zorrilla de San Juan.

"Todas las reglas son iguales, la única diferencia es que no hay pito, así que cuando hay una falta se tira una toalla para indicar que se detiene la jugada", explicó Rivera en una entrevista con Efe sobre un torneo que termina hoy, con la final masculina que se disputarán equipos de los Estados de Texas y de Florida.

Hasta las semifinales de este torneo -en el que hay categoría masculina y femenina- llegaron dos equipos de Puerto Rico, según detalló Rivera, quien recordó que entre los jugadores se permite que haya un "coda" (children of deaf adult, hijos oyentes de padres sordos) en cada equipo.

"Estamos muy orgullosos de que dos equipos de Puerto Rico hallan logrado alcanzar las semifinales. Esperamos que para el próximo torneo sean muchos más equipos de Puerto Rico los que viajen a EE.UU. para representar a la isla", dijo también a Efe en lenguaje de signos la presidenta de la Asociación Atlética de Sordos de Sureste, Rachel Brafford.

Según explicó, los árbitros no tienen por qué conocer el lenguaje de signos, pero sí gesticulan y tratan de comunicarse con los jugadores, para lo que además pueden contar con la ayuda de intérpretes, al tiempo que los entrenadores son en su inmensa mayoría sordos.