Arecibo. Combinar estudios de alto nivel con jugar en el Baloncesto Superior Nacional (BSN) no es tarea nada fácil. 

De hecho, hace varios años se veía como jugadores tenían el baloncesto como un “hobby” mientras completaban estudios que requieren igual o, quizás, mayor dedicación que el propio baloncesto.

Este pudiera ser el caso del delantero reserva de los Capitanes de Arecibo, Christian Soto, quien este año hizo su regreso a la liga local luego de lesiones en sus rodillas le impusieran una pausa en su carrera, y a la vez se encuentra de lleno en su maestría de arquitectura en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras. 

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“Siempre quise estudiar arquitectura. Mi mamá es profesora y desde chiquito me fascinó”, indicó Soto de 6’8” y 27 años. 

Soto fue la quinta selección de Humacao en el sorteo de jugadores de nuevo ingreso en el 2009. El canastero oriundo de Caguas hizo su debut en la liga en el 2011 jugando para los Cangrejeros de Santurce y los Gallitos de Isabela.

No obstante, osteoartritis en ambas rodillas lo sacaron del baloncesto y por ende decidió estudiar arquitectura, aunque indicó que en su tiempo en la escuela superior un profesor le sugirió que estudiara otra cosa ya que Soto no sabía dibujar.

Irónicamente, Soto no estudió arquitectura en su bachillerato en la Universidad de Riverside en California. Mientras jugó para los Highlanders de Riverside, Soto completó estudios en teatro, y por tal razón, su maestría en arquitectura toma más tiempo ya que tuvo que tomar cursos medulares que se dan en el bachillerato de esa concentración. A esto se le suma que hizo el esfuerzo para aprender a dibujar. 

Luego de estar varios años fuera del baloncesto, su dolor en las rodillas encontró solución cuando visitó un reumatólogo, quien le recetó medicamentos para tratar la condición, lo cual surgió efecto y abrió el camino para regresar a la liga. 

“Justo cuando pasa eso, a los tres meses me llama Omar (González, dirigente de Arecibo) para intentar hacer el equipo y todo cayó”, recordó Soto, quien promedió 6.8 minutos en 23 partidos de serie regular. 

“Me acordé de él durante el ‘offseason’. Le di una llamada para ver si quería jugar y me dijo que quería probarse”, dijo, por su parte, González, al indicar que Soto jugó con él en Isabela.

“Es un jugador brillante. Juega para el equipo. Lo pones (en cancha) y hace lo que tenga que hacer para ganar el juego; como todo coach quisiera tener jugadores”, señaló González.

Una vez Soto se integró a los Capitanes tuvo que hacer de tripas corazones para combinar ambas facetas. El canastero reserva agradeció tanto a la gerencia y dirigentes de Arecibo como a sus profesores para poder cuadrar los horarios y cumplir con las dos responsabilidades.

Clave su vida en el baloncesto

Su carrera en el baloncesto y la disciplina que esto conlleva le he sido de beneficio para Soto a la hora de afrontar el reto de estudiar una carrera exigente como la arquitectura y, a la vez, ser parte del equipo que dominó la fase regular del torneo con 30-14. 

“Creo que la ayuda ha sido del lado del baloncesto, porque a la arquitectura hay que dedicarle un montón de tiempo, trabajo duro y más yo porque no tenía la experiencia de bachillerato”, dijo Soto, quien se mudó a Estados Unidos a los 14 años para seguir su carrera en el deporte. 

“Ese sacrificio lo he aplicado a estos dos años y medio para poder pasar las clases”, agregó Soto, quien aún no sabe si regresará a la duela el próximo año ya que el siguiente semestre estará de lleno en su tesis. 

“Yo le pido a Dios que si la rodilla me da, pues, pueda seguir jugando. Ya el semestre que viene voy a estar en la tesis que un poco más difícil, más complicado. Si Dios quiere, un año más en lo que termino la escuela podía meter mano”, dijo Soto. 

El retorno de Soto al BSN ha sido un de ensueño al ser parte de los Capitanes, que actualmente están en plena lucha por el campeonato del BSN y con opción real de conquistar el título. Ser parte de un equipo monarca sería una gesta de peso para Soto al tomar en cuenta el tiempo que estuvo fuera por las lesiones. De igual forma, sería una gran recompensa por todo el sacrificio que ha tenido que pasar en los últimos meses.

“Es increíble. Número uno que pueda estar aquí, pensando que nunca más iba a volver a jugar después de tres años. Que el regreso sea aquí es increíble y estar ahora por el campeonato. Aunque sea ser parte del equipo y aportar un granito de arena que uno pueda dejar es suficiente”, dijo Soto con una sonrisa.