Algunas de las festividades alrededor del Juego de Estrellas de la NBA habían perdido algo de atractivo, pero Aaron Gordon y Zach LaVine se encargaron de despertar el interés con unos donqueos que nos mantienen perplejos.

Fue similar a cuando Michael Jordan y Dominique Wilkins protagonizaron aquellas titánicas batallas aéreas durante la década de 1980 que llevaron los donqueos a niveles jamás visto hasta entonces. Gordon y LaVine no solo los emularon la noche del sábado en Toronto, Canadá, sino que hasta escalaron a una altura nunca antes pensada.

La competencia final de donqueos entre Gordon y LaVine es catalogada por algunos antiguos y presentes jugadores como “la mejor de todos los tiempos”. 

Hay quienes insisten en que ambos jóvenes son merecedores del trofeo que fue otorgado a LaVine por segunda vez consecutiva. Uno de los que se expresó al respecto fue Wilkins.

Gordon y LaVine recibieron puntuaciones de 50 puntos en la segunda ronda a la competencia y, en el donqueo a muerte súbita, fue el escolta de los Timberwolves de Minnesota quien prevaleció.