A sus 35 años de edad, Joel Jones Camacho aspiraba a jugar, por lo menos, tres años más en el Baloncesto Superior Nacional tras acordar recientemente una extensión de tres temporadas con los Capitanes de Arecibo.

Sin embargo, aunque Jones ha sido de los veteranos en la liga que consistentemente entrena todo el año y siempre luce en óptimas condiciones, su corazón lo mandó a parar y a retirarse de forma repentina.

Esto luego que se le descubriera esta semana una condición hereditaria que le estaba provocando arritmias cardíacas, siendo la más reciente esta semana, por lo cual le fue recomendada una cirugía en la cual se le colocará un desfibrilador que regule sus palpitaciones. Hoy, lunes, será operado.

“Le hicimos unos exámanes médicos y los resultados nos obligan a recomendar su retiro. Ese artefacto le va a permitir tener una vida normal, correr y hacer ejercicios pero no a jugar ni estar en actividades de contacto físico por el riesgo de un golpe en el área donde esté colocado el desfibrilador”, dijo el Dr. Luis Molinary, quien atendió a Jones junto al Dr. Daniel Arzola.

Para Jones fue una noticia sorpresiva, pero dentro de todo el proceso lo ha asimilado con madurez y tranquilidad.

“Cuando regresé de la Liga de Las Américas en Argentina no estaba conforme con mi desempeño allí y decidí aumentar mi carga de trabajo para entrar en ritmo de juego más rápido. Durante una práctica, estaba virando en una secuencia defensiva y sentí como si me halara los hombros y me dieran una patada en el pecho. Me sentí mareado, con frío y al día siguiente tuve vómitos y un virus estomacal”, relató Jones.

“La gerencia de Arecibo me mandó a parar y a ver al Dr. Luis Molinary. Luego de hacerme un par de exámenes con él y con el Dr. Arzola ellos determinaron que no podría jugar más y que tenían que someterme a cirugía par colocarme un desfibrilador para controlar las arritmias. Fue una noticia dura de digerir. Pero la realidad es que prefiero estar vivo y comenzar a hacer otras cosas, que jugar y arriesgarme”.

Jones ya había tenido problemas de arritmia el pasado mes de octubre cuando le fue aconsejado que no asistiera al Mundial 3x3 de clubes con el equipo de Caguas que eventualmente se llevó el tercer lugar en ese torneo.

Planes en agenda

Una de las cosas que le da serenidad es que ya tenía algunos proyectos en agenda y que cuenta con el apoyo de la gerencia de los Capitanes, quienes le retirarán su camiseta esta temporada y lo integrarán al grupo de asistentes del dirigente Rafael ‘Pachy’ Cruz.

“Afortunadamente ya tenía otros proyectos que ya estaban caminando o en vías de iniciar. Desde hace cuatro años corro con otros tres amigos en San Diego un programa sin fines de lucro llamado ‘Get Better Hoops’ en el que entrenamos desde niños hasta algunos jugadores de NCAA y profesionales en lo que refiere a destrezas de baloncesto y condición física. Ese proyecto lo vamos a ampliar con más máquinas de ejercicios y tres canchas para hacerlo uno lucrativo, aunque mantengamos algunas horas a la semana para brindar servicios gratuitos a niños de la comunidad”, dijo Jones.

“Además, tuve el acercamiento de Iván Nieves y de la gerencia de los Capitanes para fungir de asistente del equipo y de entrenador ayudante durante la temporada del BSN. También desde octubre llevo trabajando con Gabriel Miranda para efectos de asistir a las selecciones nacionales femeninas como entrenador este verano. Creo que todo el bagaje que tengo entrenando durante mi carrera y todas las cosas que he aprendido me van a servir en estas nuevas facetas”.

Según Jones, su retiro se da con muy pocos arrepentimientos, pues considera que logró hacer casi todo lo que se propuso durante su carrera.

“Gané un campeonato la pasada temporada luego de cuatro finales (2002 y 2005 con Bayamón, 2009 y 2011 con Quebradillas), gané una competencia de donqueos en el BSN, representé a Puerto Rico y gané varias medallas entre 2004 al 2008, incluyendo dos Centrobasket, unos Juegos Panamericanos y un Repechaje Olímpico. También fui líder anotador y MVP en Chipre”, señaló Jones.

“Quizás la espina que se me queda es aquella final del 2009 con Quebradillas. Estuvimos bien cerca de lograrlo y ese año quería darle ese título a los Piratas. De las cuatro finales que perdí, esa fue la que más dolió. Lo otro que quizás hubiera cambiado en mi carrera es el hecho de entrenar. Me hubiese gustado haber comenzado a entrenar duro cuando tenia todas mis capacidades atléticas óptimas y maximizar en ese momento mis talentos, pero lamentablemente en esa etapa de mi vida no tenia a nadie que me guiara. Espero poder hacer eso yo con otros jóvenes ahora”.

Aconseja a otros ‘nuyoricans’

Como jugador, Jones debutó en el 2002 con los Vaqueros tras garduarse de Sacramento State, gracias a que su progenitora es puertorriqueña. Y desde que pisó Puerto Rico se enamoró de la Isla, la hizo parte suya.

Lamentablemente, no ve que todos los jugadores de ascendencia boricua que tienen esa oportunidad la aprovechan.

“Mi consejo a los ‘nuyoricans’ que vienen a Puerto Rico a jugar es que tienen que asimilar la cultura boricua cuando llegan, a ser parte de este país. No solo a venir para salir turistear a Isla Verde de noche. Vayan a ‘chinchorrear’ desde Jayuya hasta Rincón y hasta Humacao, que conozcan sobre el país de sus padres, que lean, que aprendan del la Isla y que se den a querer”, dijo Jones, quien aprendió a hablar español de forma fluida luego de 15 años viviendo esporádicamente en la Isla.

Jones además aconsejó a la nueva cepa de jóvenes que vienen subiendo a que den la milla extra y no se conformen con solamente ser ‘buenos’.

“Es irónico que Larry Ayuso sigue matando la liga y los chamaquitos no lo pueden retirar, no lo pueden reemplazar. Lo mismo con Christian Dalmau con 40 años. Y yo voy a cumplir 36 y estaba en mejor condición que la mayoría. Esto del corazón fue lo que me sacó de carrera, no que mis destrezas bajaron notablemente o que fui reemplazable”, dijo Jones.

“Es una generación diferente. Antes no habían redes sociales. Jugábamos sin la visibilidad que lo jugadores tienen hoy. Hay muchos que se preocupan más por lo que hacen y dicen de él en redes sociales que en trabajar duro para mejorar su juego. Prefieren verse lindos para la cámara y con las tenis que están a la moda, que dar la milla extra en el gimnasio y en las prácticas para ser ganadores”.

Según Jones, su receta para éstos jóvenes es que hagan las cosas que nadie quiere hacer para ser el mejor.

“Flor Meléndez en el 2005 me dio un consejo muy sabio. Me dijo que Roberto Clemente tuvo su gran oportunidad en Grandes Ligas cuando un jugador se lastimó y ahora yo la tenía debido a la lesion de Franklyn Western. En otras palabras, las oportunidades surgen de momento y tienes que estar listo para asumir el reto. Esa fue una de mis mejores temporadas”, recordó Jones.

“También aprendí que si quería ser bueno tenía que hacer las cosas que otros no hacían: ir al gimnasio todos lo días, llegar temprano a los entrenamiento y trabajar en mi juego y luego quedarme tirando después de las practicas. Además, debía comer saludable y descansar apropiadamente. Por obligación, si haces todas esas cosas vas a ser mejor que muchos de los que no hacen nada de eso y vas a tener trabajo siempre en el baloncesto. La ética de trabajo es una de las cosas más importantes en el deporte”.