Ver a Stephen Curry jugar estos días es como apreciar poesía sobre la cancha. Cuando el armador de los Warriors de Golden State está en su mejor momento, sencillamente es imparable.

Los Spurs de San Antonio lo aprendieron a la mala. La tropa de Gregg Popovich llegó al encuentro de anoche contra Golden State con una racha de 13 victorias consecutivas, y con el sello del único equipo que podía frenar a los campeones defensores.

Al menos anoche, todos estaban equivocados. Curry montó otro espectáculo, con 37 puntos en tan solo tres parciales. El MVP tiró de 20-12 de campo (9-6 de tres), muchos de esos canastos sobre la marca de Kawhi Leonard, considerado el mejor defensor de la NBA.

Los Warriors dieron una paliza, 120-90, para mejorar a 41-4. Los Spurs, por su parte, cayeron a 38-7.

“Era como hombres y niños allá afuera esta noche (ayer)”, resumió Popovich, según reseñó Prensa Asociada.

Curry, mientras tanto, aceptó que el encuentro de anoche, pese a ser de temporada regular, tenía un toque especial. El MVP, sencillamente, respondió al llamado.

“Sabemos que este es solo otro partido de temporada regular, pero había expectación en torno a él. Cada vez que tenemos una oportunidad de demostrar quienes somos y dar otro paso en el camino, estamos listos. No siempre fue así. Este grupo lleva junto un tiempo y entiende cómo prepararse mentalmente para noches como esta”, sentenció Curry.