Irrespectivamente de lo que sucediera anoche en Quebradillas durante el séptimo y decisivo partido de la serie final del Baloncesto Superior Nacional, Cortés ya estaba decidido en que ése no sería su adiós en el baloncesto local.

“Por un momento lo pensé, pero voy a jugar una temporada más. Y solo será una, no dos ni tres. Creo que ya el cuerpo reciente un poco todo el trabajo que hay que hacer para mantenerse a un buen nivel. Yo entreno bastante, pero la recuperación al día siguiente no es igual y te pasa factura. Me cuesta más practicar y jugar”, confesó el canastero de 35 años de edad a Primera Hora previo al partido en el coliseo Raymond Dalmau de Quebradillas anoche.

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“Quizás otros como Larry Ayuso y Christian Dalmau han aguantado hasta los 40 años, pero el 2018 será mi última temporada a los 36”.

Lo que sucede es que Cortés también ya tiene planes definidos una vez se retire de jugar en el BSN. No tiene necesidad de quedarse por más años jugando baloncesto.

“Mi esposa Mirelys Nieves es tecnóloga médica y vamos a abrir in laboratorio. Voy a estar ayudándola en ese proyecto. Voy a estar trabajando mano a mano con ella. Yo me gradué de contabilidad, así que estaré ayudándola en los números y en todo lo que pueda una vez me retire”, reveló Cortés.

El canastero además estaría laborando como entrenador en la nueva Escuela Especializada en Deportes de Arecibo que abrirá puertas próximamente.

“Tengo como objetivo trabajar también en esa escuela en el 2018 junto (al dirigente de los Capitanes de Arecibo Rafael) ‘Pachy’ Cruz, según he conversado ya con el alcalde de Arecibo (Carlos Molina Rodríguez). Estaría dividiendo mi tiempo entre el laboratorio de mi esposa y la escuela, así que voy a tener las manos llenas cuando me retire”, agregó Cortés.

El año más duro

Anoche Cortés buscaba ganar el sexto campeonato en su carrera, siendo el único jugador en la plantilla de los Capitanes que ha estado en todos los cinco campeonatos de la franquicia en los pasados 13 años (2005, 2008, 2010, 2011 y 2016) y en sus subcampeonatos (2007, 2012, 2014 y 2015) en ese transcurso de tiempo – sin contar el resultado de la serie 2017 con Quebradillas.

Pensando en retrospectiva, Cortés sostuvo que de ganar habría sido el título más difícil de todos.

“Este año ha sido el camino más duro para pelear por el campeonato, comparado con los otros años que hemos llegado a la serie final. Fueron seis partidos bien fuertes con los Leones de Ponce en cuartos de final y luego siete más contra los Santeros de Aguada en semifinales. Ahora siete juegos más con Quebradillas. Realmente ha sido un torneo extenuante”, dijo Cortés.