La disputa por la venta de Los Ángeles Clippers vive hoy otro nuevo capítulo legal cuando Shelly Sterling la esposa de Donald Sterling, el actual dueño del equipo, acuda con sus abogados a un tribunal de California en busca de una orden de emergencia ante un juez que confirme la autoridad que posee en la venta de la franquicia.

Mientras que su esposo, Donald Sterling, en menos de 24 horas, dio a conocer un segundo comunicado en el que critica con dureza a la NBA, a su nuevo comisionado Adam Silver, reitera que luchará por defender sus derechos constitucionales y que no acepta la venta del equipo.

"NO VENDERÉ MI EQUIPO", subraya con mayúsculas Donald Sterling en el segundo comunicado que ha ofrecido a través de sus abogados, mientras que deja clara su posición y los motivos por los que va a luchar legalmente contra la NBA.

"¿POR QUÉ LUCHO CONTRA LA NBA?, LA NBA NOS QUIERE QUITAR NUESTROS DERECHOS A LA PRIVACIDAD Y LIBERTAD DE EXPRESIóN", destaca también con mayúsculas Donald Sterling en su comunicado.

Pero Shelly Sterling, considera que tiene toda la autoridad para hacerla y de ahí que busque la confirmación legal ante un juez.

La esposa de Donald Sterling negoció lo que sería una venta récord por $2,000 millones, luego que el actual dueño de los Clippers hiciera comentarios racistas a su exnovia que fueron grabados y publicados por la página de internet TMZ.

La NBA lo expulsó de por vida de la organización, lo multó con $2.5 millones de y comenzó todo el proceso de "venta forzosa" del equipo.

Postura que fue aceptada por Shelly Sterling, que posee el 50 por ciento de las acciones del equipo, pero que sin la aprobación de su esposo no puede cerrar la venta.

Shelly Sterling señala que ella es la única depositaria del Fideicomiso de la familia Sterling, dueña del equipo.

Su argumento legal es que Donald Sterling fue despojado de su papel en dicha organización luego de que dos neurólogos determinaran el mes pasado que sufría demencia y estaba "mentalmente incapacitado" bajo las condiciones del fideicomiso.

Donald Sterling tiene el derecho a presentar su versión en la audiencia y apelar cualquier decisión.

Su abogado, Maxwell Blecher, dijo que un representante de Donald Sterling estará en la audiencia, pero no emitió más comentarios.

Sin embargo, Donald Sterling sí ha dejado claro que no quiere vender, ha demandando a la NBA por $1,000 millones y ha ido más lejos en su enfrentamiento al describir a la entidad, a través de su abogado, como "una banda de hipócritas y abusivos", además de ser "monstruos despreciables".

El dueño de los Clippers acusa al comisionado Silver de haber centrado toda su energía en la violación de sus derechos de ciudadano. "Es posible que cuando se aclare toda esta situación, tendrá un tiempo para centrarse en las propias transgresiones de la NBA", destaca Donald Sterling en su comunicado. "Silver necesita dar a conocer públicamente su propia conducta y la del resto de los dueños de la NBA".

Donald Sterling denuncia que ha sido la propia NBA la que ha desarrollado todo tipo de prácticas discriminatorias en su gestión como demuestran los documentos públicos que existen al respecto.

"Lo que Silver busca con la venta de los Clippers es no centrarse en los verdaderos asuntos que afectan a la NBA y la vez está claro que aprovecharon la oportunidad para resolver los agravios personales que han albergado en mi contra por años", explica Donald Sterling.

"Tenemos que luchar por los derechos de todos los estadounidenses. Tenemos que luchar contra estos monstruos despreciables. Esta es la razón por la que no voy a vender a mi equipo", subraya Donald Sterling.

El abogado general de la NBA, Rick Buchanan, dijo que la demanda de Donald Sterling carece "completamente de fundamentos".

"Su esposa, Shelly Sterling, y no la NBA fue la que inició el proceso y acuerdo para vender a los Clippers, el señor Donald Sterling se queja de una serie de hechos que ni siquiera existen", valoró Buchanan.