OAKLAND, California — Draymond Green se aproximó a Kevin Durant, quien estaba en un extremo del banquillo de Golden State. Rápidamente, la discusión entre ambos subió de tono.

Mientras el resto de los Warriors observaba, un compañero intervino para restablecer el orden.

El altercado ocurrió durante el partido del sábado, que los Warriors perdieron de visitantes ante Sacramento en tiempo extra. Y no fue el primero entre los dos astros.

¿Hay disputas internas en los Warriors? No, de acuerdo con los integrantes del equipo líder de la NBA.

Green insiste en que estas fricciones se presentan de cuando en cuando y no van en detrimento del equipo. El entrenador Steve Kerr considera incluso que estos incidentes pueden ser saludables y positivos.

"Si esto no te pasa probablemente estás en un equipo perdedor", dijo el martes Green, conocido por su carácter tempestuoso. "Pero todos los que hacen un escándalo por esto probablemente son perdedores. Así lo veo yo. Todos los que saben algo sobre ganar conocen que esto va a ocurrir".

Green y Durant tuvieron su primera fricción en la cancha hacia el final del tercer periodo, luego que una confusión derivó en que se agotara el reloj de disparo. Poco después, un video muestra que Green se acerca a Durant y le grita, alzando los brazos.

Green se sienta y Durant se le aproxima para continuar con la discusión. Shaun Livingston termina por separar a sus compañeros.

"Sabemos que esto no es nada. Es constructivo entender cómo podemos mejorar", opinó el martes Stephen Curry, el astro de Golden State. "Todo esto surge de una postura de respeto entre todos los miembros de este equipo, incluidos estos dos chicos. Así que nadie se toma esto personal. Nadie se va a casa a llorar por esto".

Green y Durant fueron también compañeros en la selección estadounidense que conquistó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos del año pasado en Río de Janeiro.

Kerr no atestiguó el altercado, pues se le expulsó cuando restaban 3:34 minutos del tercer periodo, por insultar al árbitro Bill Spooler. El Entrenador del Año pasado en la NBA se disculpó con Spooner un día después, y la NBA lo multó el lunes con 25,000 dólares.