Borislav Stankovic tenía un sueño: elevar el nivel del baloncesto internacional. El entonces secretario general de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) tenía una idea. Creía que  la solución era permitir que los mejores jugadores profesionales de la National Basketball Association (NBA) compitieran en torneos internacionales de la FIBA, según recordó el puertorriqueño Jenaro ‘Tuto’ Marchand, secretario emérito de FIBA-Américas.

“Eso fue un proceso en el que participé directamente”, explicó Marchand. “En el primer congreso no ganamos. Pero  Boris convocó una segunda votación y prevalecimos en la segunda”

Eso aconteció en abril de 1989, y para entonces, los baloncelistas profesionales de la NBA no eran permitidos en certámenes de la FIBA y Estados Unidos era limitado a participar con jugadores colegiales.

Con la votación a favor entre los directivos de la FIBA,  un sueño se materializó en Estados Unidos con la confección del primer ‘Dream Team’,  el mejor equipo de atletas profesionales jamás confeccionado en el deporte.

Y el 28 de junio de 1992 en el Preolímpico de Portland, esta edición de estrellas de la NBA  arrancó con un puntillazo una nueva era que a la larga cambiaría tanto el baloncesto internacional como el de la misma NBA.

Así, Estados Unidos cambió a los jugadores  de la NCAA por una escuadra histórica que incluyó a leyendas como Earvin ‘Magic’ Johnson, Larry Bird, Michael Jordan, Karl Malone, John Stockton, Charles Barkley y Patrick Ewing, iniciando una época de supremacía estadounidense en eventos internacionales que abarcó casi una década. 

Diez de sus 12 jugadores están incluidos entre los mejores 50 en la historia de la NBA.

“No hay duda de que abrió las puertas y dejó que la gente viera lo que era este tipo de jugador a nivel internacional”, manifestó Raymond Dalmau, el dirigente de Puerto Rico en Portland hace 25 años, donde debutó el ‘Dream Team’ original. El torneo clasificó a los primeros cuatro a las Olimpiadas de Barcelona  un mes más tarde.

“Esta fue la aportación de la NBA a la evolución del baloncesto. Creo que se veía venir porque ya entre 1990 y 1992 la NBA ya estaba involucrada en integrar al básquet internacional y promoverse en todos esos países”, dijo Dalmau. 

“Ya para el Mundial de 1990 Yugoslavia tenía tres o cuatro jugadores en la NBA, y en el equipo de Rusia también había varios”.

Desde las Olimpiadas de 1936, Estados Unidos había copado el oro excepto en Munich 72 y en Moscú 80, cuando no acudió. Tras recuperar el oro en Los Angeles 84, EE.UU. fue dominado por Yugoslavia y la Unión Soviética en Seúl 88 y había ánimo de venganza.

“Aquello fue una maravilla. Tuve el honor de estar en Portland y luego en Barcelona, y me impresionó ver aquello, que la gente no dejaba quietos a esos jugadores”, recordó Marchand, quien como presidente de la Confederación Panamericana de Baloncesto organizó el torneo.

“El torneo tuvo asistencias espectaculares, a nivel de que le gente no cabía en Portland. Se llenaba aunque no jugara el ‘Dream Team’, y cuando lo hacía, tres horas antes la cancha ya estaba llena”, contó Marchand. “Recuerdo que el primero fue ante Cuba y Alberto García (exsecretario general de FIBA-Américas) fue uno de los árbitros de ese partido”.

Ni los cubanos ni los demás equipos tuvieron mucho que hacer allí, pues el demoledor cuadro inicial estadounidense, con su superioridad atlética, preseó a toda la cancha y repartió palizas en camino a la medalla de oro y a la clasificación olímpica.

Acabaron el torneo dominando a Puerto Rico 119-81 en semifinales y a Venezuela, dirigida por el boricua Julio Toro, 127-80 en la final.

José ‘Piculín’ Ortiz fue el centro de Puerto Rico en ese torneo, y recuerda las sesiones de fotos con el ‘Dream Team’ y cómo pudo compartir al menos con Stockton y Malone, quienes pertenecían al Jazz de Utah, equipo con el que Ortiz militó en la NBA.

Dijo que nunca los miró como superiores, aunque sí con respeto a lo que cada uno había logrado. 

“Como deportista uno siempre quiere jugar con lo mejor, con la elite, y ese fue uno de los momentos más importantes de mi carrera por el equipo con el que me codeé”, manifestó Ortiz.

 “Fui parte del origen de la llegada de jugadores extranjeros en  la apertura de la NBA. Creo que para ellos fue un ‘plus’ porque han ganado fanaticada, hay muchos países que  siguen el negocio, que siguen los juegos, pero más que todo,  le dio la oportunidad a jugadores del resto del mundo a mejorarse y superarse,  y a estar a un nivel mucho mayor”. opinó Ortiz.

Más extranjeros en la NBA

Pero el impacto que tuvo esa ‘apertura’ en el baloncesto mundial y en la propia NBA, tal vez quien mejor la resumió fue Marchand, quien lleva toda una vida en el mundo del baloncesto.

“El resultado se ha visto. Después del primer ‘Dream Team’, el crecimiento del básquet ha sido enorme. Hoy, los Mundiales son un espectáculo disfrutado en todo el planeta. Y no es meramente que abrió puertas (en la NBA), es que los jugadores que han entrado han sido decisivos en sus clubes”, dijo Marchand recalcando que hay jóvenes de todo el planeta que se preparan con la meta de llegar al draft de la NBA.

En el 1992, por ejemplo, alrededor de 20 jugadores internacionales participaban en la NBA. 

En la pasada temporada, la oleada de extranjeros continuó al establecerse una nueva marca con 113 jugadores internacionales y 41 países. Eso representa un 25% de todos los jugadores en la NBA. 

Es una cifra muy significativa.

Así que el Dream Team no fue solo la mejor colección jamás vista de jugadores de baloncesto, sino que también simboliza el inicio de una era que ha visto elevarse cada año con el número de extranjeros y de países representados en la NBA.

Recuérdelo cada vez que vea jugando a Manu Ginóbili (Argentina), Kristaps Porzingis (Letonia), Tony Parker (Francia), Pau y Marc Gasol (España), Al Horford (República Dominicana) o Dirk Nowitzki (Alemania).