Gregg Popovich habló durante 15 minutos, por momentos incapaz de ocultar sus emociones, todo mientras vestía una camiseta con el rostro de Tim Duncan impreso al frente. Cuando respondió la última pregunta, el coach se volteó, metió las manos en los bolsillos y en silencio emprendió el camino hacia una nueva era para los Spurs de San Antonio.

Es un día que Popovich sabía que llegaría.

Eso, evidentemente, no lo hizo más sencillo.

"Es irremplazable", dijo Popovich.

Con la voz por momentos entrecortada, y haciendo ocurrencias, Popovich se despidió el martes públicamente de la carrera como jugador de Duncan. El cinco veces campeón de la NBA anunció el lunes su retiro en un comunicado difundido por el equipo, con lo que puso fin a una carrera de 19 años que pasó en su totalidad en San Antonio.

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"Pensé que lo mejor era salir a hacer esto y de alguna manera despedirme de él", comentó Popovich. "Algo que es imposible por muchas razones".

Popovich habló en una esquina de las instalaciones de entrenamiento de los Spurs en San Antonio, el lugar en donde habla con la prensa tras las prácticas durante temporada. No hubo conferencia de prensa, no hubo nada organizado, ni siquiera se permitieron coberturas en vivo. Incluso para un evento que tendrá tanto impacto en el equipo, la liga y el deporte, los Spurs mantuvieron la ocasión lo más simple posible.

Duncan se va. En algunos aspectos, todo está cambiando. En otros, nada cambiará.

"Creo que será una transición sin contratiempos para el equipo", dijo el ex coach de la NBA y actual analista televisivo, Jeff Van Gundy. "Creo que para quien será más difícil será para Gregg Popovich".

El martes Popovich no dejó indicios de lo contrario.

Cuando se le preguntó a Popovich que eligiera a cualquier personaje histórico para cenar, el coach mencionó a la Madre Teresa, Jesús, el Dalai Lama, William F. Buckley, Gore Vidal y al actor John Cleese. Pero si tenía que elegir entre esas personas o cualquier otra, Popovich dijo que cenaría con Duncan.

"Sinceramente les puedo decir que mi cena sería con Timmy", dijo Popovich. "Y sería con él porque es la persona má auténtica, consistente y sincera que he conocido en mi vida".

"Puedo reprenderlo en un juego y preguntarle porque no es más agresivo al ir por los rebotes y decirle eso enfrente de todo el mundo", explicó Popovich. "Y de regreso a la cancha, me diría 'Gracias por la motivación, Pop. Gracias por el apoyo, Pop'. Luego hará una mueca de desapruebo y ambos nos reiríamos. Es algo que no ven las demás personas. Pero si lo hacen sus compañeros de equipo, por eso lo aman".

Duncan pasará a la historia como uno de los mejores, y Popovich dijo que fue el mejor compañero que cualquier jugador de los Spurs pudo haber tenido.

También hubo momentos de humor, como cuando Popovich dijo que Duncan lo obligó a vestir la ropa que le dio — incluyendo la camiseta que traía puesta el martes — o de lo contrario no jugaría.

"Recuerdo un juego en la liga de verano cuando él era un novato y (Greg) Ostertag le bloqueó un tiro", recordó Popovich cuando le preguntaron cuál era el momento que más había disfrutado de la carrera de Duncan. "Eso fue muy cool".

Pero en su mayoría, las palabras de Popovich reflejaron tristeza y agradecimiento.

Habló durante largo rato de la humildad de Duncan, y como le fue inculcada hace mucho tiempo. Popovich contó una historia sobre una ocasión en la que el padre de Duncan, quien murió en 2002, le dijo al coach de los Spurs que necesitaba garantías de que su hijo no cambiaría con la fama o la fortuna.

"Aún recuerdo antes de que su padre falleciera, que me vio a los ojos y me dijo: 'lo haré responsable para asegurarme de que cuando acabe de jugar, sea la misma persona que es hoy en día'. Y en ese sentido, lo es", comentó Popovich. "Es una persona mayor, todos lo somos a través de las experiencias. Pero su naturaleza, era muy humilde cuando llegó y después de todo lo que ha conseguido, sus logros, sigue siendo el mismo. No ha cambiado nada".

Duncan y Popovich ganaron juntos más juegos que ninguna otra dupla de coach-jugador en la historia de la NBA — y Popovich dijo que le debe su éxito al ahora retirado astro, y no al revés.

Pensar en una temporada sin Duncan, admite Popovich, es una tarea abismal.

"No estaría aquí si no fuera por Tim Duncan", dijo Popovich. "Estaría en la liga Budweiser, en algún lugar del país, gordo e intentando jugar o entrenar basquetbol. Él es la razón por la que sigo aquí".