No habrá triples de Stephen Curry ni clavadas de LeBron James. Tampoco estarán James Harden, Chris Paul y otras estrellas de la NBA, que por diversos motivos decidieron no competir con la selección de Estados Unidos en el torneo de básquetbol de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

De todas formas, el plantel estadounidense llega a Río como el amplio favorito para lograr su tercera medalla de oro consecutiva en el tabloncillo.

Curry, elegido jugador más valioso de la NBA las dos últimas temporadas, rechazó participar para recuperarse de lesiones en tobillo y rodilla que lo mermaron en los playoffs, en los que sus Warriors perdieron la final ante los Cavaliers de James.

"Es un honor increíble representar a tu país, pero mi objetivo principal este verano tiene que ver con recuperar mi cuerpo para la temporada 2016-17 de la NBA", dijo Curry, quien jugó con la selección que ganó el mundial de 2014 en España.

James no estuvo en España aduciendo razones personales y que había una ligera esperanza de que acudiera a Río para buscar su tercera medalla de oro. Su agente Rich Paul lo descartó días después de que Cleveland ganó su primer título de la NBA.

Harden, Paul, Russell Westbrook y Anthony Davis destacan entre las otras ausencias, y de los 12 jugadores que lograron el oro en Londres, sólo Kevin Durant y Carmelo Anthony estarán de regreso.

Pero eso no quiere que decir que no haya talento. El plantel tiene entre sus filas a Klay Thompson y a Draymond Green, ambos de Golden State, además del base Kyrie Irving, compañero de James en Cleveland.

Con esos hombres, dirigidos por última vez por el experimentado Mike Krzyzewski, Estados Unidos confía en extender su dominio como la máxima potencia de este deporte.

Los rivales de Estados Unidos no serán muy distintos a los de las últimas ediciones. España de nueva cuenta aparece como su más dura competencia, pero Lituania, la renovada Argentina y Francia no se pueden descartar en la pelea por las medallas.