La jueza tomó la decisión luego de que Ortiz no cumpliera con el total de horas de labor comunitaria que se le impusieron como condición para su libertad supervisada, luego de que se declarara culpable en 2011 de poseer 218 plantas de marihuana y 40 balas compatibles con un rifle AR-15.

“Lo que estoy es bien, bien  triste. Creo que él había aprovechado la oportunidad y puede que haya fallado en algo, como dar cursos de menos o acumular horas de menos, pero la cárcel no lo va ayudar en nada, ni a él ni a la sociedad”, dijo el secretario general emérito de FIBA Américas y abogado, Jenaro “Tuto” Marchand.

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“Eso se pudo haber resuelto con que las completara”, agregó. “Pero quedé espantado porque le han echado 45 días, que debe ser como el equivalente a un desacato al tribunal”.

Marchand, un hombre de baloncesto conocido a nivel mundial, dijo que el último contacto que tuvo con Ortiz fue poco antes del mediodía de ayer, cuando el canastero lo llamó durante un receso en la vista que culminó con su arresto y posterior ingreso a  prisión.

Marchand ha sido uno de los principales apoyos de Ortiz durante su proceso de rehabilitación y de reintegrarse a la sociedad tras su condena.  

Este recordó que Ortiz ha laborado con FIBA Américas, entidad que mantiene oficinas en San Juan, como empleado regular desde hace alrededor de dos años.

Alberto García, secretario general de FIBA Américas, dijo ayer desde Chile que en sus funciones con esa oficina Ortiz mantenía un horario de trabajo de 9:00 a.m. a 6:00 p.m., el cual siempre ha cumplido satisfactoriamente.

“Él (Ortiz) ha trabajado muy bien con nosotros. A veces tenía que salir un poco antes por tener que  cumplir con las horas de labor comunitaria y otras veces tenía que reportarse a otras cosas, pero era él quien llevaba el control de sus horas”, explicó García.

El funcionario agregó que Ortiz viajó a distintos torneos como parte de su trabajo, y cuando no se le permitió, laboró ayudando a FIBA Américas en la celebración de los torneos del 3X3. 

“Él ha trabajado duro con nosotros y tenemos plena confianza en su rehabilitación. Con nosotros se ha comportado muy bien, por lo que no entiendo la decisión”, indicó García.

“De todas maneras, cuando salga tendrá un lugar en nuestras oficinas sin ningún problema”, afirmó.

Sorpresa también en la academia de Yabucoa  

Por el pasado año, Ortiz también  se mantuvo trabajando en la Universal Basketball Academy & High School (UBAHS), un programa especializado  que combina la corriente académica regular con la enseñanza y desarrollo de destrezas en el baloncesto.

Esta escuela funciona  en alianza con el Colegio Roque Díaz Tizol, de Yabucoa, y opera desde el pasado año.

Luego de conocerse la noticia, la Junta de Directores de la UBAHS emitió un comunicado en el que estableció que para la academia “ha sido de mucha tristeza” y que “es un momento difícil para él y para toda su familia”.

Indicaron que el ex centro nacional fue contratado antes del inicio del año escolar 2015-16 y que su contrato finalizó en mayo, “con miras a contratarlo para el semestre que comienza en agosto de 2016”.

Y aunque al momento dijeron tener que continuar buscando mejorar el programa con “el mejor talento disponible y velar por el desarrollo académico deportivo de nuestros jóvenes”, no descartaron el regreso de Ortiz.   

“Esperamos que el Sr. Ortiz tenga la oportunidad de rehacer su vida y servir nuevamente a Puerto Rico. Piculín tiene las puertas abiertas en nuestra institución para cumplir con su compromiso de horas comunitarias por medio de charlas a los estudiantes, si así lo desea, y continuar siendo parte de nuestro equipo de trabajo en el futuro”, dice el escrito.

Primera Hora  intentó comunicarse con el abogado de Ortiz, Héctor Ramos, pero los esfuerzos fueron infructuosos.

Finalmente, Marchand reflexionó sobre el caso.

“No hay duda de que es una de nuestras grandes figuras del deporte,  y algunos creemos que es el mejor baloncelista que Puerto Rico haya dado y muchas otras cosas buenas de él. Pero lo que Picu hizo no fue un error, fue un horror”, dijo Marchand.

“Sin embargo, el sistema penal se basa en la creencia de la rehabilitación, en que un ser humano se arrepiente y se rehabilita. Y Picu es un hombre rehabilitado. Regresó con honores a ser un buen ciudadano”, finalizó Marchand.