San Antonio – Los Spurs de San Antonio y los Heat de Miami jugarán mañana el quinto partido de las finales de la NBA con el base francés Tony Parker y el escolta argentino Manu Ginóbili como centro de atención.

Parker, el hombre clave en la creación de juego y ataque de los Spurs, sigue sin poder entrenar con normalidad y reconoció ante los periodistas que su tirón muscular que sufre en la pierna derecha le puede generar en cualquier momento el "desgarro" del tendón.

El jugador francés –que en el cuarto partido aportó 15 puntos, todos conseguidos en la primera parte, pero falló los cinco tiros que hizo a canasta en la segunda– admitió que sigue con las molestias y "puedo sufrir un desgarro en cualquier momento".

Parker destacó que si estuviesen en la competición de la temporada regular con toda seguridad se tomaría 10 de descanso para recuperarse completamente, pero la serie por el título está empatada a 2-2 y ahora más que nunca los Spurs lo necesitan en el campo.

Los Spurs deben aprovechar el tercero y último partido que disputan en su campo del AT&T Center y Parker es consciente de esa realidad ya que una derrota los dejaría con muy pocas opciones de conseguir dos triunfos consecutivos cuando regresen a Miami para jugar el sexto y un séptimo si fuese necesario.

"Tengo que arriesgarme y si se da el desgarro, así es la vida", admitió Parker, que sufrió el tirón en el tercer partido cuando los Spurs ganaron por paliza de 113-77. "A medida que pasaron los minutos en el cuarto partido me sentí más cansado y con molestias".

A pesar de la condición física en la que se encuentra por el tirón muscular, Parker también reconoció que se sentía mentalmente muy fuerte y listo para el reto del quinto partido.

"Sabemos que si haces bien las cosas en defensa y en el control del balón podemos ganar el quinto partido, que ahora es el gran objetivo a conseguir", destacó Parker.

Si los Spurs necesitan que Parker pueda rendir al máximo nivel y no se "rompa", también es urgente que Ginóbili supere el rendimiento que ha tenido hasta ahora, especialmente en el apartado ofensivo.

Ginóbili, que está muy lejos de ser el jugador decisivo que hace diez años, en su primera temporada en la NBA, lograba el título de liga 2003 frente a los Nets de Nueva Jersey, es consciente de la necesitad que el equipo tiene de su mejor aportación, sin la cual será muy difícil que puedan ganar el quinto partido.

Los Spurs como equipo necesitan la inspiración, el acierto encestador de Ginóbili, y sus "genialidades" a la hora de romper la defensa de los Heat, algo que hasta ahora no ha sido posible.

"Es cierto que no me entran los tiros como desearía, pero tampoco conozco la razón, de ahí que hasta ahora lo que trato de hacer es ayudar al equipo en la construcción del juego, pero soy consciente que para el quinto partido necesito mejorar", declaró Ginóbili.

El tercer factor importante para los Spurs de cara al quinto partido es la defensa y mejorar el control del balón después que en el cuarto lo perdieron 18 veces, todo un suicidio deportivo ante un rival como los Heat, según el entrenador, Gregg Popovich.

"Si queremos ganar el quinto partido no debemos cometer los errores defensivos y de control de balón que tuvimos ante un rival que no perdona dada la gran calidad individual que posee", destacó Popovich.

El gran reto es evitar que los "Big Three" de los Heat, que encabeza el alero LeBron James, el escolta Dwyane Wade y el pívot Chris Bosh, vuelvan a ser una máquina de anotar puntos.

Entre los tres, en el cuarto partido, se combinaron para 85 puntos, algo que los Spurs no se pueden permitir en el quinto si quieren llegar a Miami con la ventaja en la serie.

Los Heat, que al igual que los Spurs han aprovechado al máximo el descanso del viernes, especialmente Wade, para recuperarse de las molestias físicas que arrastra, tienen como objetivo el conseguir que los "Big Three" mantengan su mejor nivel de juego, algo que no será fácil.

Nadie cuestiona que James, logró 33, vuelva a anotar más de 30 puntos, pero ya no ven tan factible que lo pueda hacer Wade (32) o que Bosh alcance la barrera de los 20.

El propio entrenador de los Heat, Erik Spoelstra, admitió que hicieron un cuarto partido casi perfecto, pero el quinto será otra historia muy diferente.

"Nuestro objetivo es repetir en el quinto todo lo bueno que hicimos en el cuarto, pero sabemos que los Spurs saldrán más agresivos en todas las facetas del juego y debemos estar preparados para que James, Wade y Bosh mantengan su protagonismo", subrayó Spoelstra.