Miami. El séptimo partido de una serie por el título no sólo sirve para ganar un campeonato. También definen legados.

Sin importar lo que ocurra esta noche, LeBron James y el Heat de Miami, así como los Spurs de San Antonio de Tim Duncan, ya han ganado títulos de la NBA y han asegurado un lugar en la historia.

Ahora es su oportunidad de darle más brillo a su historial.

Los equipos que verdaderamente dejan huella ganaron de la forma difícil, y este será el caso para el que festeje en el centro de la cancha.

Ya sea que el Heat repita como campeón –algo posible sólo después de que James los condujo de lo que parecía una eliminación segura en los últimos segundos del sexto partido– , o que los Spurs se sacudan una derrota de las más dolorosas que le pueden ocurrir a un equipo para convertirse en apenas el cuarto club en ganar un séptimo encuentro de la final de la NBA como visitante.

“Como competidor, a uno le encanta, porque sabe que tiene una oportunidad y que depende de uno”, dijo Ray Allen, escolta del Heat. “Tenemos una oportunidad en nuestra casa de lograr algo grande. Todos nuestros legados están vinculados con este momento, este partido”.

Allen jugó en el partido la última vez que la temporada de la NBA se extendió hasta el último día, en que los Celtics de Boston se desinflaron al final y sucumbieron, 83-79, frente a los Lakers de Los Ángeles en 2010. Eso hizo que la foja de triunfos de equipos locales en séptimos juegos de la final subiera a 14-3, sin que ningún club visitante lograra ganar desde que Washington derrotó a Seattle en 1978.

El superar esas probabilidades en contra, sin mencionar el hecho de que enfrentan al equipo con más triunfos en la temporada, haría este más memorable que los cuatro títulos anteriores de los Spurs, aunque esta es una franquicia que nunca profundiza demasiado en el pasado ni ve muy lejos hacia el futuro.

“¿Saben qué? Todo gira en torno a ganar el título. No tiene que ver con la situación actual ni con lo que ha llevado a ella”, afirmó Duncan.

Los equipos regresaron a la arena ayer, unas 12 horas después de que el Heat se apuntó una victoria, 103-100, en tiempo extra en el sexto partido.

El Heat puede convertirse en el primer equipo que repite como campeón desde los Lakers en 2010.

Los Spurs nunca han perdido en una final, pero tampoco se habían encontrado en una coyuntura como esta. Ganaron el séptimo partido para consagrarse campeones en 2005, pero eso fue de local ante Detroit.

Las últimas cinco finales que se fueron al máximo siete fueron ganados por los locales.

“No le doy mucha importancia a los antedecentes”, dijo Gregg Popovich.