En su ilustre vida deportiva, el armador del Equipo Nacional y los Timberwolves de Minnesota, José Juan Barea, ha vivido duras temporadas de frío durante los más de 13 años en los que ha pasado más tiempo en los Estados Unidos que en Puerto Rico.

Cuatro años de su vida los vivió en la fría ciudad de Boston, cuando estudió y jugó en la División I de la NCAA para la Universidad de Northeastern. Y actualmente está en su tercera temporada como residente parcial en Minnesota, donde cumple un contrato por cuatro temporadas con los Timberwolves de la NBA.

Sin embargo, Barea admite que nunca antes había vivido un periodo de tanto frío como el que actualmente se vive en muchas ciudades estadounidenses.

“Llevo 13 años en los Estados Unidos, y éste es el peor frío que he vivido. Aquí la temperatura no sube de los 15 grados (Fahrenheit). Y siempre que llegamos de viaje de madrugada las temperaturas están en negativo”, dijo Barea al ofrecer a Primera Hora su primera entrevista del año a un medio boricua.

Considerándose una persona acostumbrada al frío, Barea admitió que el extremo al que están llegando las temperaturas este año le han incomodado en ocasiones.

“El frío da sueño. Uno pasa más horas encerrado en la casa. Incluso para poder ejercitarse y prepararse para jugar es más complicado. Hay que hacer más calistenia para prepararse. Aún bajo techo y con el heater puesto la cosa se siente bien fría”, dijo Barea.

El canastero --de quien en la edición impresa del jueves publicaremos una historia completa en la que habla sobre cómo le van las cosas en la campaña de la NBA y sobre las expectativas que tiene con relación al Equipo Nacional para este verano-- dijo que el tiempo de encierro forzado en la casa no le vuelve loco ya que todos los meses aprovecha parte de esos periodos para compartir con su hijo Sebastián José.

“El bebo sigue creciendo. Ya cumplió dos años. Está chulísimo. Todos los meses lo tengo acá conmigo varias veces. Mami me lo trae y gracias a Dios está súper saludable”, dijo Barea.