Durante la campaña de liga menor del 2015, Jorge Jhamil Fernández, en medio de un momento de frustración, le pegó un puño a una puerta, fracturándose la mano y perdiendo la temporada con los Cedar Rapids Kernels, filial de Clase A de los Mellizos de Minnesota, luego de 56 partidos.

Pero eso fue antes. Aprendió.

El nuevo J.J. Fernández, cambiado por ese incidente, ahora habla con seriedad sobre ese momento, lo que aprendió y cómo lo aplica a su juego.

Y además de encontrarse con esa súbita madurez halló el apoyo del dirigente de los Gigantes de Carolina, Jesús ‘Motorita’ Feliciano, quien lo convirtió en uno de los nuevos pinos que comienza a abonar para el futuro de la novena de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC).

“Se siente súper bien. Motorita me dio la oportunidad este año y seguimos metiendo mano. Poco a poco uno va mejorando en busca de ser parte de la alineación regular. Uno quiere jugar todos los días y no descansa hasta lograrlo”, dijo Fernández, de 22 años.

El nativo de Yabucoa y egresado de la International Baseball Academy and High Schoool de Ceiba, entonces, ha respondido al son de .247, producto de 24 hits en 97 turnos, así como tres dobles, un triple y dos jonrones. Además tiene nueve boletos gratis y 10 RBI.

En su primer partido de la temporada, Fernandez se quedó a un triple de completar el ciclo, dando señales de que estaba más que listo para el reto.

“Este año, desde antes de la temporada, siempre dije que él sería mi pick para darle más oportunidad de juego y ver lo que podía hacer, ya que lleva varios años en el béisbol profesional. Viene de jugar en la Midwest League y tuvo un año decente. Es un jugador versátil”, dijo Feliciano.

La versatilidad a la que Feliciano se refirió surge de que Fernández fue drafteado en la séptima ronda del 2012 como receptor e inicialista por los Mellizos. Pero, dado a su estatura de 6’3” y a lo que sufrían sus rodillas detrás del plato, la organización le sugirió un cambio a los jardines, el cual comenzó a trabajar este año con los Kernels.

Con ellos, este bateador ambidextro conectó para .225, pero incluyó 10 jonrones, 26 dobles, dos triples y 56 remolcadas.

Este invierno con los Gigantes se concentra en trabajar en  aprender a jugar el jardín izquierdo, ya que mayormente juega en el derecho, y en mejorar su bateo desde el lado izquierdo del plato.

“Y he aprendido un montón porque tenemos (en Carolina) un montón de jugadores veteranos y coaches que nos ayudan. Seguiremos tratando de hacer los pequeños ajustes y seguir adelante para tratar de ganar el campeonato, que eso es lo que queremos”, finalizó Fernández.