A José Juan Barea no le faltaron palabras a la hora de dirigirse al pueblo de Puerto Rico para devolverle todo el apoyo que le brindaron en los pasados meses, mientras disputaba los playoffs de la NBA con los Mavericks de Dallas, pero sobre todo por el apoyo que le dieron ayer.

“Gracias a todos por acompañarme en el día más especial de mi vida”, dijo Barea tras llegar al Comité Olímpico de Puerto Rico bañado en sudor luego de completar la caravana de recibimiento.

“Realmente es increíble. No tengo palabras para decir cómo me siento. Es más de lo que me esperaba. La cara de la gente es una cosa increíble. Es lo que me da motivación. Ver a todo el mundo celebrando conmigo”, expresó el jugador que ganó el título de la NBA luego que Dallas superara en la final a los Heat de Miami.

Pero para llegar a estar en esta posición, no fue un tramo fácil para Barea esta temporada, particularmente ante los fuertes rumores de que el francés Rodrigue Beaubois le restaría minutos en la rotación y porque tuvo un comienzo lento tras apenas tirar 14.3 por ciento en triples durante los primeros dos meses de la temporada.

“Yo tenía un juego malo y papi me decía ‘pasate bien, jugaste bien’. Estuve casi un mes sin meter triples. Pero Dirk (Nowitzki), Jason Terry y el dirigente (Rick Carlisle) tienen confianza en mí. Me decían que siguiera triando. Decían: ‘Cuando Barea meta el próximo triple, va a haber fiesta’”.

Eso finalmente se le dio durante el juego en que Barea enfrentó a Miami el 20 de diciembre.

“Me decían que estaba cerca de Puerto Rico, así que la iba a meter de tres. En la primera jugada, salgo de una cortina y la metí. De ahí en adelante seguí metiendo la bola de tres el resto de la temporada y mi porciento subió a casi 40 de efectividad”, dijo Barea.

Pero ése fue sólo el inicio, pues en playoffs le fue aún mejor, aunque con algunos tropiezos con los Trail Blazers de Portland.

“La primera serie contra Portland fue tapón para aquí y tapón para allá. Pero eso me preparó para los Lakers. Eran grandes, pero más lentos que Portland”, dijo Barea, que fue jugador clave en la barrida en la semifinal de conferencia ante los ex monarcas.

La presión entonces creció en la final frente a los Heat, pero le daba ánimo la forma en que Puerto Rico vivía la serie.

“En la serie de Miami, veía todo lo que pasaba en Puerto Rico. Decía: ‘Se están volviendo locos, todos viendo por televisión’. A mí me preguntaban de eso, pero yo disimulaba. Después, en mi cuarto, me metía en Internet y chequeaba todo”, dijo Barea entre risas.

“Antes del último juego en Dallas me llegó un vídeo de la plaza en Mayagüez. Viéndolo solo ahí en mi cuarto se me paraban los pelos. La energía que me daban era una cosa increíble. Luego (en el sexto juego de Miami), cuando el partido estaba cerrado, hice un (dribleo) in-and-out para la izquierda y tiré de tres. Cuando esa bola entró, yo juraba que en Puerto Rico estaban brincando conmigo. Eso es algo que nunca se me va a olvidar”, explicó.

Dicho tiro llegó a ser crucial para que Barea y los Mavericks se alzaran con el campeonato y que el boricua pudiera celebrar tanto en Dallas como ahora en Puerto Rico.

“Luego llega la parada de celebración en Dallas. Pero cuando les cuente (allá) lo que pasó aquí en Puerto Rico. Aquí sabemos hacer caravanas de verdad. Es mucho mejor”, agregó Barea.

Watch live streaming video from primerahora at livestream.com