Sevilla, España. La apertura el sábado de la acción del Grupo B de la Copa del Mundo FIBA puede que haya tenido una notita de advertencia para Puerto Rico. 

Y es que en un torneo donde se deben lograr al menos dos triunfos para tener opciones de avanzar a la segunda ronda por la siempre cruel vía del gol average, el enfrentamiento entre los boricuas y filipinos del miércoles es considerado como uno de esos que los isleños no deben darse el lujo de perder. 

Ojalá que los boricuas hayan estado atentos al primer juego de los filipinos ayer ante Croacia. Y que se saquen de la mente el mortal pensamiento que ese juego está ganado sin jugarse. 

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Pese a evidentes desventajas físicas en estatura y peso, y mucho más en términos de experiencia en torneos mundiales, los filipinos entraron ayer a su primer juego de una Copa del Mundo FIBA en 36 años sin miedo escénico y por poco daban el primer campanazo del torneo España 2014. Guiados por 28 puntos y 12 rebotes del enebeísta Andray Blatche y 17 tantos de Jeff Chan, quien coló cuatro de 10 triples marcados por los asiáticos, Filipinas forzó a los croatas a un tiempo extra antes de caer vencidos por tres puntos, 81-78, al fallar un último intento de tres que podía forzar una segunda prórroga.

¿Los tomó Croacia a la ligera? 

“No nos sorprendieron. Habíamos visto juegos de ellos en video. Pero nos dieron un poco de problema porque tienen una química y unos esquemas un poco extraños para nuestro estilo de juego. Y nos olvidamos de nuestras características físicas. A partir del segundo periodo perdimos la concentración”, analizó luego del encuentro el técnico croata Jasmin Repesa.

Su jugador, el base Oliver Lafayette abundó que en el calor del juego y el crecimiento de la confianza de los filipinos ellos dejaron de “cubrir las asignaciones defensivas” y en especial la que debían poner a los lanzadores de triples.

Filipinas lanzó desde esa línea de 28-10 para un 36 por ciento de efectividad. Su trabajo más admirable, sin embargo, fue peleando rebotes en ganga, perdiendo la lucha solo por 43-38 ante una selección con 11 jugadores por arriba de los 6’7 pies de estatura y teniendo ellos de su lado a solo tres que superan esa altura.

“Fue un juego extraño. Lo único que puedo apuntar es a falta de concentración”, agregó Repesa.

Y del otro lado, el juegazo posiblemente tuvo base en inspiración y el factor de sorpresa. También a una característica innata de los filipinos, como lo expresó su dirigente Vincent Reyes.

“Entrando al juego no se supone que nosotros estuviéramos tan cerca de un país súper poderoso en el baloncesto como Croacia. Nosotros no nos vemos bien en todo momento, quizás no jugamos el juego de la manera más sistemática ni eficiente. Pero eso sí, nunca nos quitamos. Así somos los filipinos. Venimos de un país tercermundista  que para sobrevivir simplemente lucha”, dijo Reyes.

El técnico lamentó del juego que en el cuarto periodo a uno de sus jugadores le pitaron una falta técnica por la apreciación de que realizó un flop para intentar ganar el pitaje de una falta ofensiva. Dijo que al final de los primeros 40 minutos esa jugada pudo haber marcado la diferencia.

Mientras, el jugador Jim Alapag y Reyes dijeron que la demostración era importante para el país. Pero no prometieron que la puedan volver a dar igual antes sus próximos rivales, aunque sí lo intentarán.

“Nos han dado un bautismo muy fuerte en este retorno a un mundial. Croacia y Grecia en las primeras dos fechas. Lo intentaremos”, dijo Alapag, mientras que Reyes destacó que “creo que nuestro mejor chance de sorprender sería en este primer juego porque todos nos conocían muy poco pero ya hoy nos estaban ‘scouteando’. Aparte el jugar tres días corridos tendrá sobre nosotros una carga física muy grande. Jugar ante equipos que nos aventajan tanto en estatura y fuerza nos dejará sin piernas. Así que será más difícil hacia adelante. Será un reto físico enorme. Pero lo intentaremos”.

A la selección de Puerto Rico que tome nota.