Boricua de pura cepa y sin espacio a dudas, el entrenador de baloncesto Julio Toro también tiene el derecho de considerarse hoy  día venezolano por adopción. Ya son 24 los años que ha ido a trabajar en la Liga de Baloncesto Profesional en ese país. De allí es nativa su esposa  Sibelys Prato.

Tomando en cuenta ese trasfondo, Toro, quien este año está al mando de los Marinos de Anzoátegui, no ha pensado salir corriendo de Venezuela estos días en los que movimientos sociales y políticos han desatado inestabilidad en la nación sudamericana. Más bien,  él sabe explicar un poco lo que está pasando.

“Esto es una cadena de descontento. El país está dividido en dos grandes cantos. Y el pulso se palpa día a día”, dijo Toro por vía telefónica a Primera Hora desde la ciudad de Valencia, donde anoche su equipo tenía previsto medirse con los locales Trotamundos de Carabobo en el primero de una serie de dos juegos.

La gran división que ha desatado un clima de tensión durante toda la pasada semana    fácilmente se puede describir como dos   facciones de la sociedad:  una   descontenta con las políticas del gobierno del presidente Nicolás Maduro, mientras que la otra  sigue  la visión socialista bautizada como el chavismo en honor al ex presidente y líder del movimiento, el fenecido Hugo Chávez.

El cantautor panameño Rubén Blades  se expresó ayer  sobre el problema que vive Venezuela, y sus palabras también ayudan a comprender la esencia de esa división. Opinó que por años los grupos en pugna, gobierno y oposición, son igualmente responsables de los problemas que vive Venezuela porque ambos han tenido, “cada una en su momento, la oportunidad de servir realmente al país, pero han fallado, tal vez porque cada una ha preferido servir a sus propias agendas, fracasando en el intento de integrar al país mayoritario”.

En el marco de esa realidad, en el actual pleito ya hay reportes de hasta tres personas muertas y cientos de heridos por los enfrentamientos  entre grupos estudiantiles y militares. Desde el pasado 12 de febrero, Venezuela vive un clima intimidante que ha desatado  arrestos de líderes de la oposición, y hasta la expulsión de embajadores de los Estados Unidos.

“Hay una tensa calma. Incidentes aislados de  disparos aquí y allá. Una muerte aquí y otra allá. Un herido aquí y 20 allá”, describió Toro la experiencia. “Las tiendas, comodines y lugares de comer cerrados. Pocos carros en las calles”.

“Pero nosotros, gracias a Dios, no nos hemos visto en ninguna situación de peligro. Pero sí percibimos grandes tensiones en todos los lugares y todos los estratos”.

Toro dijo que en su vida en Venezuela ya ha pasado por algunos seis momentos de tensión parecidos al actual. Ninguno alcanza todavía el del 1992, cuando el entonces presidente Carlos Andrés Pérez sufrió un golpe de Estado.

La revuelta actual, admitió, parece peligrosa.

“Es que ciertamente existen carencias debido a la inflación. He visto las largas filas de gente esperando por leche, papel higiénico y agua. La inflación está muy dura para los venezolanos y la gente solo trata de vivir”, dijo Toro.

En todo el proceso, el técnico santurcino dijo que por el momento el deporte no se ha visto afectado, aunque existía la posibilidad de que los partidos de ayer y hoy se tuvieran que jugar a puerta cerrada por razones de seguridad. Esto debido a que la Policía está activa totalmente en la protección en las calles y cubrir la seguridad en un juego no necesariamente era la prioridad ayer.

Claro está, Toro dijo que en estos momentos el deporte es un aliciente para el venezolano en general. Incluso,  dijo que el Gobierno ha llamado al pueblo a seguir con su actividad deportiva.

“Por suerte el deporte es un oasis. La liga tiene simpatía de ambos lados y hasta ahora se ha respetado que la actividad deportiva continúe como ese oasis. Doy fe que en nuestros juegos no ha entrado de cerca la rivalidad política”, dijo Toro.

Más tranquilo el ambiente en Zulia

En Zulia, ciudad sede del equipo Gaiteros que dirige el  boricua Flor Meléndez, la revuelta también está activada pero con menos sensación de peligro.

“Aquí también se respira preocupación, pero la vida ha continuado bastante normal”, dijo Meléndez. “Hay demostraciones de los estudiantes, cierran calles, queman gomas, pero no ha escalado a nada peligroso por el momento”, dijo Meléndez, quien incluso salió de su apartamento a ver la demostración del pasado martes en la noche.

Activo por tercera ocasión en su carrera técnica en la liga venezolana, aunque sus viajes a Venezuela suman muchos años para ofrecer clínicas y talleres, Meléndez, al igual que  Toro,  lamentó la situación que vive la nación de Simón Bolívar.

“Este país es tremendo. Tiene tantos recursos y maravillas que es una pena que mucha gente no vendrá a verlas por temor a la situación que se vive en este ambiente de inestabilidad. Cada vez que yo voy a las ciudades descubro cosas nuevas”, abundó Meléndez,  dejando claro que si en algún momento llegara la cosa a ponerse peligrosa para su esposa o él, no lo pensaría dos veces para retornar a la Isla.