El partido de baloncesto entre Miami Heat y los Charlotte Hornets dejó una insólita y muy comentada jugada en el mundo de la NBA.

El basquetbolista Kemba Walker, quien había anotado 22 puntos en el triunfo de los Hornets, hizo un lanzamiento triple y creyó que la bola había ingresado a la canasta, pero no fue así.

El balón parecía que estaba dentro de la cesta por tener una perfecta dirección, aunque al final el aro evitó que ingrese el esférico.

En ese momento, Walker dio la espalda a la jugada y se animó a dar un vistoso baile para amenizar a sus seguidores. Sin embargo, celebró antes de tiempo.

El partido se lo llevó Carolina del Norte 91 a 82 y, casualmente, Walker fue el máximo anotador de la noche.