Tan pronto Kevin Durant optó por abandonar al Thunder de Oklahoma City durante el proceso de agencia libre de la NBA y estampó su firma en verano para integrarse a los Warriors de Golden State, muchos se preguntaron cómo una de las principales armas ofensivas de la liga podría coexistir en cancha con otros dos escopeteros deluxe como Stephen Curry y Klay Thompson.

A fin de cuentas, solo hay un balón para repartir y Curry venía de ser el líder anotador la pasada campaña con 30.1 puntos de promedio por juego, mientras que Durant figuró tercero con 28.2 por juego y Thompson finalizó duodécimo con 22.1 por cotejo.

¿Cómo iban a compaginar en cancha?

Era comprensible pensar que habría un proceso de ajuste de roles en cancha, una distribución de lanzamientos más equitativa y básicamente conocer las tendencias de cada cual dentro del tabloncillo.

No es casualidad que dentro de ese proceso, Golden State perdió dos de sus primeros seis partidos y apenas lanzaba 29 por ciento de efectividad a nivel colectivo desde la línea de tres puntos.

Sin embargo, esos ‘dolores de crecimiento’ pasaron bastante rápidos y los Warriors han ganado 18 de sus pasados 20 desafíos para apoderarse del mejor récord de la liga con marca de 22-4 y con Durant estableciéndose de forma firme en el equipo sin desestabilizar al resto de sus nuevos compañeros.

 Mejor distribución de las riquezas

Esto se consiguió con todo el mundo haciendo sacrificios en ofensiva.

Durant, que promediaba 19.2 lanzamientos al aro y 6.9 tiradas libres la pasada campaña, sigue casi igual en promedio de tiros libres con 6.8 pero redujo su número de lanzamiento a 16.9 (-2.2 por juego). Eso explica su reducción de puntos por juego de 28.2 a 25.9 este año. Pero esto lo ha compensado tirando un mejor por cientos (53.5% de campo y 40.5% en triples esta temporada vs. 50% de campo y 38% en triples en la pasada campaña).

En el caso de Curry, su total de intentos de campo por juego disminuyó de 20.2 a 17.3 (-2.9) a la vez que promedia 25.6 puntos en vez de 30.1.

A su vez, Thompson se ha mantenido bastante estable pues la pasada temporada promediaba 17.3 lanzamientos y este año va por 17.4. Al inicio de la temporada fue el que más sufrió en términos de consistencia, pero últimamente la ha ido recobrando y hasta marcó 60 puntos la semana pasada frente a los Clippers de Los Ángeles.

Mientras tanto, Draymond Green bajó de 10.1 intentos a 9.0 por juego pero sigue contribuyendo de forma holgada en otras áreas (8.4 rebotes, 7.1 asistencias y 2.4 cortes de balón, aparte de sus habituales cortinas, las que no son contabilizadas en los boxscores).

El resultado es que cada cual está anotando un poco menos por juego comparativamente con la temporada del 2015-2016 –como era de esperarse– pero de la misma forma también están produciendo más puntos por juego a nivel colectivo pues ya no dependen tanto de que sea Curry quien lleve la voz cantante la mayoría de las noches.

De hecho, Golden State encabeza la liga en anotaciones de forma colectiva con 117.8 puntos por juego, 2.9 puntos más que los 114.9 que promediaron durante su histórica campaña de 73-9 el año pasado.

O sea, el reto se ha convertido en “¿Quién puede anotar más que los Warriors?” Quizás su defensa colectiva ha bajado (de 104.1 que permitían a 106.1 este año), pero para los rivales es un dolor de cabeza tratar de ajustar para contener el tórrido ataque de los Warriors.

Actualmente, el trío de Durant, Curry y Thompson es el más anotador de la liga, promediando 73.1 puntos por juegos. Solo hay otros dos tríos de jugadores promediando sobre 20 puntos por juego cada uno: LeBron James, Kevin Love y Kyrie Irving, de los Cleveland Cavaliers,  con 70.9, mientras que Andrew Wiggins, Karl  Anthony Towns y Zach Lavine producen 64.1 para los Timberwolves de Minnesota.

Mejora en otras áreas

Por otra parte, vale destacar que mientras Durant ha hecho sacrificios en ofensiva para poder encajar mejor dentro de la plantilla de Golden State, hay que resaltar que otras áreas de su juego también se han visto beneficiadas como parte de esos ajustes individuales en beneficio del colectivo.

 Por un lado, Durant ya no tiene que manejar tanto el balón ni forzar  tanto uno contra uno como lo hacía en Oklahoma City. Aquí tiene otros manejadores de balón y pasadores hábiles que le facilitan sus ejecutorias, por lo que actualmente promedia la menor cantidad de turnovers en su carrera con solo 2.2. 

Considere que con el Thunder llegó a promediar hasta 3.8 turnovers por juego.

  Como si fuera poco, Durant está  produciendo la  cantidad más alta de tapones por juego (1.7), y de rebotes por juego (8.2) en su carrera, además de generar  el tercer mejor promedio de asistencias por partido (4.6).

 Y su efectividad en tiros de campo (53.5 por ciento) es también la mejor de su carrera hasta el momento.

“Este tipo es fenomenal. Su eficiencia está a otro nivel”, dijo el dirigente de los Warriors, Steve Kerr, al diario Mercury News en días recientes. 

“Él puede caerse de la cama por la mañana  y esa misma noche mete 20 (puntos) con los ojos cerrados. Es tan talentoso que puede conseguir puntos sin siquiera esforzarse mucho”.