Ponce. La relación profesional entre el delantero Mike Harris y el técnico Nelson Colón va mucho más allá de las instrucciones que el dirigente de en la cancha.

Por cinco temporadas consecutivas, tanto Harris como Colón han creado una amistad que se ha desarrollado con el tiempo, y que en la cancha,  fuera de esta, está dando los resultados.

La unión de Harris y Colón comenzó en el 2011, cuando el delantero hizo su debut en el BSN como refuerzo de los Atléticos de San Germán, que entonces eran entrenados por Colón. Desde ese momento, ambos indican que han crecido tanto como personas y en sus trabajos, y se han ayudado en el proceso.

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“Ha sido una experiencia bien grande. Ha sido el jugador que ha tenido la oportunidad de crecer junto a mí. He visto su evolución, he sido parte ella. Hemos aprendido mutuamente”, expresó Colón en entrevista con Primera Hora antes del segundo juego de la semifinal que los Leones de Ponce disputan con los Cangrejeros de Santurce.

De hecho, cuando Harris firmó con el Jazz de Utah para la temporada 2013-14, Colón fue una de las primeras personas que llamó y agradeció cuando estampó su firma.

“Hemos sido amigos todo este tiempo y he crecido entiéndole quizás mucho más que otra gente. Su dedicación al juego, su estudio, su conocimiento. No es de esos que demasiado dramático o loco con sus jugadores, confía en sus jugadores”, dijo Harris a este medio.

“No he conocido otro dirigente que estudie más el juego que él, que se enfoque en los detalles. Es una persona que se puede convertir en amigo, pero eso lo tengo que separar en la cancha, porque es mi dirigente y lo respeto en ambas facetas. Soy un gran critico mío, pero me molestaría si él no critica mi juego”, agregó el delantero, quien está en su tercera temporada con los Leones, luego de dos años bajo las órdenes de Colón en San Germán.

Ayuda mutua y combinación ganadora

Una vez Colón aceptó el reto de dirigir los destinos de Ponce en el 2013, luego de que el equipo estuvo dos años en receso, este no lo pensó dos veces a la hora de escoger su primer importado.

“Tan pronto firmé el contrato, lo llamé y le dije: ‘tu nuevo equipo son los Leones de Ponce’. Él no sabía que era Ponce, su historia, la gente. Una vez jugó los primeros juegos, se enamoró de aquí”, señaló Colón, quien reconoce la ayuda que ha tenido de Harris para mejorar como dirigente.

“Mike es un competidor. A él no le gusta perder, ni en canicas, ni briscas, ni dominó. Eso lo traslada a mí. Me obliga a dar lo mejor de mí. Eso es bien importante, porque él no se conforma”, dijo Colón.

Para Harris, el sentimiento ayuda ha sido recíproco todos estos años y destaca en que aspectos le ha beneficiado tener a Colón como técnico en la liga boricua.

“(En) la preparación. Es muy detallista.  Él ha aprendido de mí, y yo he aprendido mucho más de él. En estos años, me ha dado mucha responsabilidad, y eso me gusta. Si algo no sale, él acepta la culpa. Enseña mucho y espera que uno aprenda. Tiene altas expectativas”, apuntó Harris, para quien Colón es mejor dirigente hoy día en comparación a cuando comenzaron a trabajar juntos en el 2011.

De igual forma, Colón ha tenido la oportunidad de ver crecer como jugador a Harris en los pasados torneos. También ese crecimiento ha sido a nivel personal. “Somos una familia. Cuando está en China hablamos casi todos los días”, dijo Colón al describir su relación fuera de la cancha.

En el tabloncillo, en las cinco temporadas que han trabajado juntos, la combinación de Harris y Colón ha conseguido estar en la postemporada, y suman cuatro series semifinales, dos finales y un campeonato. Y para ellos, parece, que no hay otra cosa que no sea aspirar a lo más alto, tal y como lo hicieron en el 2014 cuando conquistaron el cetro del BSN, el primero de Ponce en una década.

“Ese es el plan. No vine aquí que no sea para ganar el back to back. Tengo campeonatos pero no en años seguidos. Es un gran reto, y me encanta”, indicó Harris, quien fue respaldado por Colón en esa misión, ya que Ponce no gana campeonatos consecutivos desde 1993.

Miran al futuro

Quizás, luego esta temporada, Harris y Colón no coincidan en un mismo equipo, pues el delantero analizará que hará en el futuro inmediato en cuanto ofertas en el extranjero. Pero si existe la posibilidad de trabajar juntos, ambos la aceptarían casi sin pensar.

“Lo hemos hablado año a año. Él no sabe si volverá el año que viene. Por mí, si está disponible y quiere venir, siempre será mi primera opción. Hay que ver que va a salir”, dijo Colón.

Harris piensa de la misma manera, y es que como el describe, él es una persona leal, y siempre tiene el deseo de reciprocar la ayuda y el respeto que le han dado a él y su familia. Por eso, no se visualiza jugando para otro dirigente si decide continuar su carrera en la liga puertorriqueña.

“Quizás no. No sé qué el futuro me tendrá para mí en lo que se refiere a Puerto Rico. Tengo par de opciones para el próximo año. Para ser honesto, me encanta también el apoderado (Oscar Santiago), así que quizás no desee para jugar para otro. Yo soy leal, esa es la razón por la que regresé. Respeto que ellos también hayan sido leales para mí”, dijo Harris con sinceridad.

Colón, por su parte, indicó que a través de los años en su carrera como dirigente ha podido establecer buenas amistades fuera de la cancha con otros jugadores como el argentino Ruben Wolkowyski, el nigeriano Ike Diogu y el alero Ángel Vassallo, entre otros. Pero subrayó que con Harris ha sido diferente.

“Él no viene a Ponce a salir, a janguear, a tener una vida social, como lo tienen otros jugadores. Él está enfocado en su familia. Eso hace que tengamos el mismo nivel de pensamiento y que seamos cercanos”, dijo Colón, quien siempre tendrá presente las palabras de Harris cuando conquistaron el campeonato nacional el año pasado.

“Me dijo ‘estoy orgulloso de ti, porque hiciste lo que la gente pensaba que no podías hacer. Demostraste que has crecido y estás listo para retos más grandes’”, recordó Colón.

“Para mí, eso valió millones de dólares. De él decir eso significa que lo logramos”.