Su nombramiento sacudió el baloncesto local. Desde que el español Francisco “Paco” Olmos fue señalado como el nuevo técnico de la Selección Nacional de baloncesto, los comentarios y críticas, tanto positivas como negativas, llovieron. Eso es algo que viene con la posición de dirigente de la Selección Nacional de baloncesto masculino, tal vez la plaza de empleo más señalada y criticada en Puerto Rico fuera del Gobierno. 

La manera en que se dio su contratación fue sorpresiva. El 18 de julio de 2013, el presidente de la Federación de Baloncesto de Puerto (FBPR), Carlos Beltrán, convocó una conferencia de prensa para anunciar el despido de Flor Meléndez y el nombramiento inmediato de Olmos al frente del Equipo Nacional. 

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Olmos venía de terminar su primera temporada completa en el Baloncesto Superior Nacional con los Cangrejeros de Santurce, equipo al que llevó, contra todos los pronósticos, a las semifinales. 

“Esto es un reto que uno asume con la seguridad de que se puede hacer bien. Conozco el entorno, vengo con ansias de trabajar la palabra ‘equipo’. El talento existe, nadie lo puede poner en duda”, expresó Olmos en su presentación en la Casa Olímpica. 

En aquel entonces, Beltrán no dio una razón concreta para el despido de Meléndez. Solo aludió un “feeling”.

“Tenía un feeling, como líder, de que había que cambiar, que el equipo necesitaba algo nuevo. Y la decisión la tenía que tomar yo, no la podía tomar más nadie”, pronunció Beltrán.

Las expectativas con Olmos, como eran de esperarse, eran altas. El sector que llevaba años pidiendo un técnico extranjero, específicamente europeo, vio cumplirse ese deseo. 

De inicio, los resultados le daban razón a ese “feeling” de Beltrán. Olmos ganó sus primeros  dos amistosos con la Selección contra República Dominicana, y la medalla de oro obtenida en la Copa Tuto Marchand sobre Argentina, Brasil, Canadá y el quinteto dominicano levantaron las expectativas. Con marca de 6-0 en amistosos, la maquinaria de Olmos lucía aceitada de cara al Premundial de Caracas. 

Una plata que pudo ser oro 

Considerando los resultados en la Copa Tuto, Puerto Rico se perfilaba como favorito en el Premundial de Caracas que arrancó el 30 de agosto de 2013. La Selección ganó la fase grupal con marca de 4-0, y abrió la segunda fase con otro triunfo sobre Argentina, 94-80. Pero República Dominicana, ese mismo rival que Puerto Rico había superado en tres amistosos previos, le dio a Olmos su primer revés con el seleccionado. Antes de esa derrota, Olmos sumó 11 victorias consecutivas, contando amistosos.

Eventualmente, Puerto Rico perdió contra México en un partido sin mucho en juego, 66-59, para cerrar la segunda fase. Los boricuas tuvieron una oportunidad de revancha en la final contra la sorprendente escuadra azteca, pero Alex Galindo falló un tiro de tres al sonar la chicharra, y México se llevó el campeonato del torneo, 91-89.

Puerto Rico se fue de Caracas con el boleto mundialista, una medalla de plata, y récord de 7-3. Nada mal. 

Plata en el Centrobasket, y el fiasco de Sevilla

La próxima competencia oficial de Olmos fue el Centrobasket en Nayarit, México, donde la Selección volvió a chocar contra el muro de la escuadra anfitriona. Los boricuas terminaron el torneo con marca de 4-2, sus dos reveses contra México, incluyendo la final. Luego de la plata en Centrobasket, Olmos dejó su récord oficial en 11-5 y la mira en la Copa del Mundo de España, el certamen el cual definiría su legado.

La ciudad de Sevilla resultó ser de pesadilla para el equipo boricua. Puerto Rico arrancó su participación en el Grupo B con derrotas ante Argentina (98-75), Senegal (82-75) y Grecia (90-79). Una victoria contra Filipinas (77-73) dio un rayo de esperanza para clasificar a la segunda ronda. El rival de turno era Croacia, pero los balcánicos no dieron ningún tipo de oportunidad. Los croatas dominaron desde el saque, y ese 4 de septiembre de 2014 dejaron a Puerto Rico fuera del Mundial, 103-82.

El balance final de 1-4 dejó sentenciado a Olmos. El debate público se abrió. Muchos señalaban al español, mientras otros aludían a un problema mucho más profundo con el baloncesto puertorriqueño.

Beltrán optó por nombrar un comité evaluador para pasar factura sobre la actuación de Puerto Rico en la Copa del Mundo. La primera gran determinación fue hecha pública ayer: el despido de Olmos, a quien el contrato lo mantenía como el técnico hasta enero de 2015.

En una panadería de San Juan, Beltrán se reunió con Olmos, le liquidó el dinero que le debía, y le dio las gracias por su servicio. 

El español no tuvo la oportunidad de reivindicarse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2014 en Veracruz, pautados para inaugurarse el 14 de noviembre. Era una posibilidad de, tal vez, regresar a aquel baloncesto del verano de 2013 que levantó las expectativas. Pero, como es la norma, el dirigente es el primero en pagar los platos rotos.

La era Olmos terminó con un récord de 12-9 en competencias oficiales, pero la crisis del baloncesto puertorriqueño parece lejos de resolverse.