Ahora resultan, quizás, proféticas, las palabras que Odom utilizó durante una entrevista en la cual describió su relación con su padre, Joe Odom, quien fue adicto a la heroína desde que el baloncelista tenía uso de la razón. “Contra, estoy batallando en contra de los demonios de mi padre”, dijo Odom durante una entrevista con el Miami Herald en el 2003 sobre su uso de marihuana.

La infancia de Odom ciertamente no fue fácil; tras nacer en Nueva York, su madre falleció víctima de cáncer del colon cuando apenas tenía 12 años. Odom fue criado por su abuela Mildred. Los problemas continuaron durante su corta estadía en la Universidad de Las Vegas en Nevada, colegio que le dio la libertad tras surgir rumores de que cometió fraude en los exámenes estandarizados y a que recibió dinero de manera ilegal siendo un jugador colegial.

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Pese a todas las situaciones, Odom tuvo una carrera exitosa en la NBA que comenzó en el 1999 con los Clippers. Sin embargo, los demonios de su padre finalmente lo alcanzaron al comenzar a utilizar sustancias ilegales como marihuana y cocaína. Su uso le causó problemas en la NBA al violentar en repetidas ocasiones la política de uso de drogas antisociales.

En el plano personal, las muertes de amigos de su infancia y familiares, incluyendo el fallecimiento de su tercer hijo en el 2006, continuaron causándole gran dolor y, por ende, múltiples recaídas en el mundo de la adicción. Su divorcio de Khloé Kardashian este año también fue un suceso doloroso para el canastero.

Ahora Odom intenta sobrevivir luego de, supuestamente, sufrir múltiples infartos en el hospital. Quizás el canastero siempre estuvo destinado a batallar los demonios contra los que luchó su padre.