No obstante, en años recientes, ha protagonizado varios episodios que en el buen idioma puertorriqueño podrían catalogarse como “changuerías”. El más reciente fue en la noche del miércoles, cuando en señal de frustración se arrancó las mangas de un uniforme alterno que usaron los Cavs. Luego del partido, James trató de no ponerle mucha atención a las camisas y solo dijo que “estaba frustrado conmigo mismo”.

A continuación, recordamos algunos episodios de James que, de seguro, sus críticos señalarán como changuerías.

No felicitó al Magic. En la postemporada del 2009, los Cavaliers de LeBron cayeron sorpresivamente contra el Magic de Orlando en la final de Este en seis partidos. Al sonar la última chicharra, James se fue directo al camerino y no estrechó las manos de los jugadores del Magic, tal como dicta la tradición de la postemporada en la NBA al terminar una serie. El próximo día, James dijo que no se arrepentía de su acto al decir que “en la NBA uno no estrecha manos”.

Le tira fango a los Bulls y a los árbitros. En marzo de 2013, el Heat de Miami y James consiguieron una increíble racha de 27 victorias consecutivas en la temporada regular. La misma terminó con un revés ante los Bulls de Chicago, 101-97. Luego del partido, James dijo que “muchas de las faltas sobre mí no eran jugadas de baloncesto. Primero que todo, en el primer parcial, Kirk Hinrich básicamente me agarró con dos manos y me tiró al piso. En la última, Taj Gibson me agarró el hombro y me tiró al piso. Eso no es defensa… no son jugadas de baloncesto”.

No pudo bregar con el calor. En la final del 2014 entre el Heat y los Spurs, durante el primer partido, una falla en el aire acondicionado del AT&T Center de San Antonio dejó la instalación en una temperatura mucho más calurosa de lo normal. No era el escenario ideal, pero lo que es igual, no es ventaja. Durante el juego, James se notó muy crítico de la avería, y los micrófonos lo captaron decir “es como si ya hubiera jugado un partido completo” y que “están tratando de quemarnos fuera de aquí”. De hecho, James no pudo terminar ese encuentro por calambres.