Si la NBA estuviera preproduciendo el libreto para una película de su Serie Final del 2018, esta liga muy bien debería revisar si tiene a los actores secundarios correctos para ésta.

Eso sería recomendable porque al día de hoy los protagonistas del libreto, los Warriors de Golden State, están presentando un dominio ridículo sobre los proyectados coprotagonistas Cavaliers de Cleveland de LeBron James y así están haciedo deslucir la proyectada película.. 

Con esa analogía coincide el exjugador y analista de la NBA para el programa cibernético Debate NBA, Giddel Padilla.

“Hasta se está perdiendo el interés de la rivalidad”, aseguró sobre los finalistas de las últimas tres temporadas, los cuales dividieron honores en las primeras dos en tanto que Golden State recuperó el trono el año pasado al sumar a su elenco a Kevin Durant.

Así luce el libreto porque Golden State ha establecido tener distancia y categoría competitiva sobre Cleveland, opinó Padilla.

Luego de casi barrer a los Cavs en la final del 2017, Golden State ha acentuado su dominio con dos victorias en esta temporada por finales 99-92 y 118-108. La segunda de esas victoria fue anteanoche y representó otra prueba de su dominio ante el rival que más cerca se le proyecta, pero que no se ha mostrado capaz.

“Estuvieron (el lunes) por seis puntos y no se vieron competitivos”, dijo Padilla.

Los Warriors, según Padilla, son indescifrable en este momento para Cleveland porque tienen en Kevin Durant, Klay Thompson y Stephen Curry a jugadores capaces de meter el último tiro en el clutch desde el campo o desde el tiro libre.

“Se le va a ser muy difícil descifrar a Golden State porque van a tener que hacer ajuste sobre ajuste”, agregó.

Y Cleveland, continuó analizando Padilla, no está en posición de poder descifrar a Golden State porque primero necesita descifrarse a sí mismo. Sobre todo necesita descubrir cómo lograr que James tenga seguridad en su juego cuando las millas cuentan, aparte de cómo crear química con Isaiah Thomas y lograr que Kevin Love sea consistente. También necesitan rescatar a Tristan Thompson y lograr que su banco sea productivo.

“Inclusive, Cleveland está teniendo problemas con Boston....”, dijo Padilla.

Tantos son los asuntos internos que Cleveland debe atender antes de pensar en Golden State, que a Padilla no le sorprendería que la organización busque soluciones mediante cambios de jugadores.

“No me extrañaría que venga un cambio que le de un giro en química”, comentó al tiempo que especificó la posibilidad que el equipo consiga al centro de los Clippers, DeAndre Jordan.

Y si el curso de la temporada sigue como va, Padilla dijo que la NBA debe considerar hacer en vez una película de una proyectada final del Este entre los Cavaliers y los Celtics de Boston, que será más entretenida que la final liguera.

“Esa sería una final entre Batman (LeBron James) contra Robin (Kyrie Irving), que siente que le han quitado su protagonismo, y esa sí sería una gran película”.