Ganar en Ponce no es cáscara de coco y el domingo en la noche los Capitanes de Arecibo lo comprobaron otra vez al salir del auditorio Juan “Pachín” Vicéns con un revés, 104-95, en las costillas y con la presión el martes de tener que salir airosos en su cancha.

Liderados por 30 puntos de Ike Diogu y un doble-doble de Mike Harris con 19 puntos y 19 rebotes, los Leones dominaron a los Capitanes en las áreas de esfuerzo, superándolos 35-24 en rebotes y 18-13 en puntos en segundas oportunidades para empatar la serie final a un desafío por bando.

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“Contando este triunfo estamos 46-5 en dos años en esa cancha. Lo que ha logrado este equipo en casa es grande”, sostuvo el dirigente de los Leones, Nelson Colón.

De hecho, con la derrota de anoche Arecibo está 0-9 en Ponce desde que los Leones llegaron de un receso de dos años en el 2013.

“Estamos buscando la nueva fórmula del equipo que estamos enfrentando en Arecibo. Contra Santurce era un equipo más lento, pero el equipo de Arecibo es un equipo rápido que empuja la bola y eso nos tomó tiempo. Hoy salimos más agresivos en cuanto al balance defensivo y pudimos empelarnos más a fondo en la defensa. Estos son dos equipos bien difíciles. Todo el mundo tiene las manos llenas. La conciencia de nosotros tiene que ser 40 minutos, obligando a Arecibo a jugar forzado, no tiros abiertos”, dijo Colón, quien empleó una zona defensiva con gran efectividad durante el segundo y tercer parcial del juego para venir de atrás en el marcador y tomar control del partido..

“Esa zona la usamos contra Mayagüez, contra Santurce y ahora contra Arecibo. Nuestra defensa en zona es una defensa bien especial. Nos ha venido bien. Tenemos que mejorar algunas cosas, especialmente cuando Renaldo Bakman ‘flashea’ hacia el tiro libre. En la primera mitad estaba muy suelto. Tardamos en reconocerlo. Es una variante en que forzamos a ellos a sacar a Walter y buscar el pick-and-roll y hacer otras movidas. Eso nos ha beneficiado”.

En el caso de los Capitanes, su dirigente Omar González afirmó que el equipo dejó de hacer las cosas que lo caracterizan, como lo es el pase extra en la ejecución a media cancha, y eso les pasó factura.

“No tuvimos paciencia en ofensiva. En el segundo y tercer parcial dejamos de movernos, de hacer cortinas, de hacer lo que nosotros hacemos y no fue hasta los cinco minutos finales del juego que volvimos a jugar en conjunto. Nos castigamos a nosotros mismo. Ellos también metieron muchos tiros grandes. Fueron bien efectivos aún con una mano en la cara y esas cosas pasan”, indicó González.

Balkman en remojo

Por otra parte, la participación de Balkman para el tercer partido el martes estaba en duda tras éste sufrir una torcedura de tobillo al final del partido en Ponce.

Sin embargo, Balkman dijo que tratará de jugar mientras salía cojeando levemente del camerino.

“Me molesta un poco, pero espero estar bien para el martes. Voy a descansar y tomar terapias y espero jugar”, dijo Balkman, que terminó la noche con 34 puntos, 10 rebotes y cinco robos de balón en causa perdida.