El número 50 toca nuevamente la vida de uno de los grandes íconos del deporte: Michael Jordan. No se trata de que tenga un nuevo partido de 50 puntos, gesta que consiguió en 39 ocasiones en su carrera.

Resulta que el legendario ex canastero, quien transformó la NBA de ser una liga con poca proyección a un producto mercadeable a nivel mundial, llegó hoy, domingo, a los 50 años de edad, precisamente en momentos en que el propio Jordan ha sorprendido el baloncesto al insinuar un posible regreso a los tabloncillos.

Jordan ha sido el ídolo de prácticamente todos los jugadores que comenzaron a surgir desde mediados de la década de 1990. El famoso tiro que encestó el 29 de marzo de 1982 para darles a los Tar Heels de North Carolina el campeonato de la NCAA contra Georgetown fue a penas el inicio de lo que sería la mejor carrera de baloncesto que se ha visto hasta el presente.

El mítico número 23 dejó su huella en la duela universitaria, y tras ganar la medalla de oro en las Olimpiadas de Los Ángeles en 1984, comenzó su histórica travesía con los Bulls de Chicago, equipo que se ganó la lotería al escogerlo en el tercer turno de la primera ronda en el Sorteo de Novatos de 1984.

“Siempre he creído que cuando todo termine, Michael Jordan será el mejor canastero en jugar este deporte”, dijo Bobby Knight, entrenador del equipo olímpico de 1984, en entrevista a la cadena ESPN.

Desde que pisó su primera cancha en la NBA, Jordan llamó la atención de los seguidores del baloncesto y las agencias publicitarias gracias a su gran habilidad anotadora, complementada con su espectaculares donqueos que levantaban de sus asientos a los presentes y a quienes lo veían por televisión.

Jordan tuvo que soportar muchos años críticas por “conocedores” del juego, quienes no veían como este copioso anotador podía llevar a un equipo al campeonato de la liga y que luego se convirtió en toda una celebridad con numerosos contratos publicitarios.

Le tomó siete años, pero finalmente lo logró. En 1991, Jordan guió a los Bulls al primero de sus seis campeonatos para colocarse en máximo puesto de figuras deportivas a nivel mundial, y comparado con grandes leyendas norteamericanas como Babe Ruth y Mohammed Ali.

“Cuando hablas de Jordan, piensas en su espíritu competitivo, cómo elevó a su equipo a nivel de campeonato. Uno lo admira y quisiera ser como él”, comentó por su parte Kevin Durant, delantero del Thunder de Oklahoma City.

Sus retiros, regresos, publicidad

Tal parece, que el deseo por jugar aun no ha desaparecido del todo en Jordan, de quien se comenta un posible regreso al llegar a las 50 velas.

“Un día, tal vez, me vean jugando cuando tenga 50 años. Oh, no se rían, nunca digan nunca”, expresó Jordan en su discurso al ser exaltado al Salón de la Fama en septiembre de 2009. “Porque los límites, como el miedo, a veces son una ilusión”.

Sus declaraciones de hace casi cuatro años han tomado fuerza en las últimas semanas. En más de una ocasión se ha visto a Jordan entrenar con sus Bobcats y más de un jugador ha mencionado que le gustaría verlo nuevamente en acción, aunque no ha habido un pronunciamiento oficial del canastero.

Tan grande es la figura de Jordan que un mero rumor sobre un posible regreso despierta reacciones a nivel mundial.

Y es que la carrera de Jordan tuvo varias pausas con dos retiros (1993 y 1999), y en ambas ocasiones regresó para demostrar que podía jugar al más alto nivel.

“(En 1995) tuvimos suerte, fue como tener las Navidades en el mes de marzo”, sostuvo el comisionado de la NBA, David Stern, al recordar el primer regreso de Jordan tras su fallido intento de jugar béisbol organizado.

Tras conseguir su sexto cetro en 1998, Jordan volvió a abandonar el juego para regresar al siguiente año como ejecutivo de los Wizards de Washington. Su cercanía con el juego le devolvió “esa piquiña” de ponerse el uniforme y regresó en el 2001 para jugar dos temporadas adicionales.

De 1984 al 2003, Jordan fue la figura del deporte, y no solo del baloncesto. Su participación con el mítico Dream Team de las Olimpiadas de 1992 elevó su imagen a niveles inimaginables. Su marca Air Jordan, creada por Nike, ha sido una mina de oro para la compañía, aun en estos días. También filmó decenas de comerciales. El más recordado fue el Like Mike, en el cual niños cantaban que querían ser como él.

“Yo quería ser como él, usar el número 23, y ponerme el uniforme como él”, señaló LeBron James del Heat de Miami.

La influencia de Jordan fue más allá de los balonceslistas, pues el reconocido futbolista David Beckham señaló que una de las razones para usar el 23 fue por el ex jugador. En la actualidad, Jordan se ha mantenido cerca del juego al ser el dueño mayoritario de los Bobcats de Charlotte, irónicamente, uno de los peores equipos de la NBA. Aun así, la herencia que ha dejado Jordan en el baloncesto, y en el deporte en general, es imborrable.

“(Jordan) fue, quizás, uno de los pocos, que mejor jugó este juego”, expuso Stern.