LeBron James no luce preocupado. Al menos eso fue lo que quiso proyectar tras una de las peores derrotas de su carrera. 

“No es miserable. No es el fin del mundo”, dijo James, según fue citado por el USA Today, luego que los Cavaliers de Cleveland sufrieran anoche tremenda paliza en casa a manos de los campeones Warriors de Golden State, 132-98.

Aunque la temporada regular de la NBA aún no ha llegado al punto medio marcado por el Juego de Estrellas, el encuentro de anoche era uno de altas expectativas para los Cavs. Era el segundo encuentro de revancha entre los finalistas del año pasado, luego que Golden State saliera por la puerta ancha, 89-83 en Navidad. 

Anoche, ambos equipos volvieron a estar en el escenario nacional, en partido transmitido por TNT y en el marco de las festividades del Día de Martin Luther King. Además, los Cavs estaban ansiosos por otra oportunidad contra Golden State con Kyrie Irving y Kevin Love en uniforme, ambos lesionados para la pasada final.

Pero el encuentro no tuvo nada de drama, y fue dominado de principio a fin por los Warriors. La derrota de 34 puntos fue el peor revés de James en un partido local en su carrera, según reportó ESPN. 

James, quien anotó 16 puntos, quiso minimizarlo todo.

“No hay nada que decir. Es fácil decir algo cuando todo anda mal. Pero me gusta meternos presión cuando nos va bien, e intentar mantenernos enfocados. No soy el tipo de persona que te patea cuando estás caído. Ese es mi lema”, comentó James. 

De igual manera, enfatizó en que espera que los Cavs puedan lucir mejor contra los equipos del tope. Cleveland tiene marca de 0-3 en encuentros contra los Warriors y los Spurs de San Antonio.

“Contra los equipos del tope quieres jugar bien, y no lo hemos hecho. Estamos 0-3 contra los dos mejores equipos del Oeste, y 0-1 contra los Bulls (de Chicago). Tenemos que jugar mejor baloncesto”, sentenció.