Indianápolis, Indiana, EE.UU.-  Paul George está demasiado en estos días para pensar demasiado en la terrible lesión en la pierna que sufrió.

Once meses después de la lesión que arruinó su temporada y descarriló las esperanzas de los Pacers por alcanzar un título, George ya dejó eso atrás. Hace volcadas como siempre, sigue su tradicional ritmo de trabajo y se prepara para una nueva temporada de la NBA con un nuevo grupo de compañeros.

"Casi parece que hubiera sucedido hace años", dijo George hoy durante un campamento de basquetbol en Indianápolis. "A veces olvido que sucedió hace menos de un año y eso es bueno porque he estado en la cancha, practicando".

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Eso es buena noticia para los Pacers, que necesitan con desesperación que George recupere la forma que lo llevó a dos partidos Juegos de Estrellas si quieren volver a postemporada o tener aspiraciones de campeonato.

La alineación de años anteriores sufrió una importante transformación ya que el alero titular David West, el pívot Roy Hibbert, participante en dos Juegos de Estrellas, y el base suplente C.J. Watson, además del alero argentino Luis Scola, se fueron a otros equipos.

Indiana respondió dando nuevos contratos a dos suplentes, el base Rodney Stuckey y el alero Lavoy Allen, mientras negocia con el agente libre Monta Ellis. Además eligió en el draft a Myles Turner y el base Joe Young. Otros movimientos se preparan en tanto el equipo se prepara para cambiar de ataque de mayor velocidad.

Los jugadores aún tratan de ajustarse al nuevo papel que se les pedirá.

"Me dijeron que estuviera listo cuando me llamen", dijo Turner, quien trabajaba en el campamento con George y Young.

Algo es obvio: Es indispensable que George esté sano para que todo funcione.