Sevilla, España.- Puerto Rico sufrió hoy un duro revés al caer sorpresivamente 82-75 ante Senegal en la segunda jornada del Grupo B de esta Copa Mundial. El revés podría ser mortal en las aspiraciones del combinado de alcanzar la segunda ronda del certamen, cuando en el libreto no figuraba un revés ante los africanos.

Los boricuas poseen marca de 0-2, y le restan partidos ante Grecia (mañana), Filipinas y Croacia. Ahora, al menos, los puertorriqueños están obligados a superar a Filipinas y a uno de los equipos europeos y ver si algún empate les favorece para seguir con vida en la competencia. En otras palabras, el camino luce bien cuesta arriba para los boricuas, quienes buscan frenar una racha de dos Mundiales seguidos sin avanzar a la ronda de los mejores 16 equipos.

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El resultado del juego no solo fue lo perjudicial para Puerto Rico. El armador Carlos Arroyo salió lesionado de un pie en el segundo parcial y no regresó a juego. El presidente de la Federación de Baloncesto, Carlos Beltrán, confirmó que Arroyo fue llevado a un hospital para realizarle unas pruebas médicas. Se desconoce si Arroyo podrá seguir jugando en el torneo. Y Arroyo no fue el único que salió lesionado. Ángel Daniel Vassallo también  abandonó el juego en el tercer periodo y tampoco volvió a la acción.

La baja de Arroyo fue dolorosa, pues había tenido un caliente inicio. Anotó 11 puntos en el primer parcial.

El comienzo de los boricuas fue de ensueño. Muy diferente al de ayer ante Argentina. Arroyo anotó el tiro y el conjunto movió el balón para tomar una ventaja de 15 puntos (29-14) en el segmento inicial. Todo salía a la perfección y lucían encaminados a una fácil victoria.

Pero todo cambió en un instante. El juego dio un giro de 180 grados. Senegal montó un avance de 15-0 y en un abrir y cerrar de ojos igualó la pizarra 29-29. La velocidad de los africanos les ayudó a fabricar canastos fáciles en transición, al tiempo que los boricuas perdían el ritmo ofensivo. Senegal cerró la mitad con ventaja de 41-40.

Arrancó la segunda parte del juego y no habían buenas noticias. Arroyo salía a la cancha, así que José Juan Barea empezó como titular. Senegal continuó dominando el ritmo del juego con lances de tres puntos, especialmente, Mouhammad Faye para mantener a su conjunto en la delantera. Terminó el tercer parcial y Senegal sacaba ventaja de cinco puntos, 63-58.

La preocupación aumentaba entre los cientos de fanáticos boricuas en las gradas, aguardando la esperanza de una reacción. La cual llegó por un momento con un avance de 7-0 que los acercó 70-67 con 3:41. El ánimo volvió a las gradas, pero duró poco. Puerto Rico no fue capaz de frenar a su rival. Senegal respondió con cinco puntos al hilo (75-67) y le quitaba el aire a los boricuas con 2:05. Ese ultimo avance representó el golpe final. Ya era muy tarde para una reacción. Los boricuas fallaron en sus próximos intentos y solo faltaba que el reloj expirara. Los boricuas, en las tribunas, reflejaban la enorme decepción del revés, al igual que todos los integrantes del conjunto, incluyendo al técnico Paco Olmos. Por segundo Mundial al hilo, los boricuas comenzaban el torneo con marca de 0-2 y perdían ante un representante de África, que, en este caso, Senegal venía de recibir una paliza de parte de Grecia.

Sonó la chicharra final y Senegal festejó en grande el triunfo junto a un grupo de fanáticos en las gradas. Puerto Rico sufría otro inesperado revés, enviándole al mundo otro mensaje de su pobre rendimiento en los últimos eventos mundiales.

Renaldo Balkman fue el mejor con 21 puntos, seguido de Barea con 15. Por Senegal, Faye fue puro veneno con 20 puntos y Gorgui Dieng con 18 y 13 rebotes. Los boricuas lanzaron de 29-12 desde la línea de tres puntos.

“Salimos con energía pero nos pararon en el segundo periodo. Ellos elevaron su nivel físico y comenzaron a apretar en defensa, y llegó la pérdida de jugadores importantes y eso nos afectó”, reaccionó el armador suplente, Carlos Rivera.

“A diferencia de ayer (ante Argentina) que nunca merecimos la victoria, la de hoy es muy dolorosa, porque entramos sabiendo la estructura y las cosas que teníamos que hacer, pero a partir del segundo periodo y un laspso malo que tuvimos con lesiones, todo comenzó a pasarnos factura”, dijo el mentor Paco Olmos con evidente frustración.