Por los pasados tres años, los Capitanes de Arecibo apostaron a la veteranía de la plantilla y la misma fue la responsable de dos campeonatos (2010 y 2011), además de un subcampeonato (2012).

Pero después de ver cómo los Indios de Mayagüez los dominaron en la pasada serie final gracias a su juventud y sus piernas ágiles en defensa, la gerencia de los Capitanes tomó nota.

Así las cosas, la tropa del apoderado Luis Monrouzeau optó por dejar ir algunos de sus jugadores claves que rondaban los 35 años, como Larry Ayuso, Daniel Santiago y Jeff Aubry.

En su lugar, la gerencia arecibeña adquirió a los aleros Ángel Vassallo (26) y Jesús Verdejo (27) y al centro Peter John Ramos (27). Además, por primera vez contarán con tres refuerzos: el centro/delantero venezolano Windi Graterol (27) y con los gemelos Joey y Stephen Graham (de 30 años).

Esto, sin mencionar, que podrían contar con el base Guillermo Díaz desde el primer día si es que la rodilla aguanta el empuje. El copioso anotador se lastimó durante un juego de exhibición y si no se recupera satisfactoriamente, el equipo podría optar por traer a un refuerzo en la posición de armador en lo que llega Andrés Rodríguez desde España.

Fortalezas

A primera vista, lo que proyecta la renovada plantilla es que tiene muchos puntos en las manos y fácilmente podrían liderar la liga en anotaciones a nivel colectivo.

Cuatro de sus jugadores (Vassallo, Ramos, Díaz y Joey Graham) tienen la capacidad de anotar sobre 20 puntos en cualquier noche. Eso sin contar con el poder ofensivo de David Cortés, de Graterol o de los reservas Verdejo y Carlos Escalera.

Esa variabilidad ofensiva permitirá que Arecibo no tenga que depender de uno o dos jugadores cada noche, sino que puede contar con aportaciones de diversos canasteros y hacer los ajustes según lo que haga la defensa de los equipos rivales.

Ramos, de por sí, puede obligar a dobles coberturas defensivas en la pintura en ocasiones, lo que abrirá el perímetro para que Cortés, Vasallo o Díaz tomen tiros abiertos o puedan encontrar huecos en la defensa para penetrar al canasto.

Al otro lado de la cancha, Graterol ayuda a subsanar un poco la salida de Aubry, pues es un hombre grande ágil que defiende bien la pintura y puede rotar al perímetro a defender el pick and roll.

Debilidades

El tener nueve caras nuevas en un equipo siempre trae consigo interrogantes respecto a la química en ambos lados de la cancha. Díaz, Vassallo, Ramos y Graham están acostumbrados a ser los cañones grandes de sus respectivos equipos y aquí tendrán que compartir el balón. Y aunque esa es la intención que permea en ellos, hay que verlo en la ejecución.

Algo similar sucede en la defensa. Abundan los brazos largos y las piernas jóvenes, pero muchos de ellos no son jugadores inherentemente defensivos y tienen que aprender a jugar juntos en defensa colectiva, lo que les tomará, al menos, media temporada.

La tercera interrogante es la posición de armador. La recién lesión de Díaz trae dudas en torno a su capacidad de movilidad y de poder crear situaciones con la explosividad que lo caracteriza.

De no recuperarse satisfactoriamente, el equipo tendrá que depender en exceso de sus suplentes Carlos Rodríguez y Josué Soto y hasta del veterano escolta Carlos Escalera en esas funciones en lo que se consigue un refuerzo que pueda asumir esa responsabilidad o en lo que llega Rodríguez.

Esta posición de armador es neurálgica, pues, con tantas opciones ofensivas en el equipo, es imperativo que alguien pueda facilitar el balón a los anotadores en las áreas donde son más efectivos, amén de garantizar una buena tajada de intentos a Ramos en la pintura para mantenerlo contento.

Predicción

Marca de 22-14 este año y los Capitanes clasificarán para la postemporada.