Los cinco jugadores de la Selección de Cuba que desertaron en el Centrobasket 2012 en Puerto Rico y que cumplieron ya sus tres años de residencia para ser elegibles a jugar como nativos dominaron el sorteo de nuevo ingreso del Baloncesto Superior Nacional efectuado el miércoles en la tarde en el Comité Olímpico de Puerto Rico tras ser escogidos entre las primeras seis selecciones.

El base Juan Pablo Piñeiro (6’4”), el delantero/centro Ismael Romero (6’9”), el delantero fuerte Enrique Ramos (6’8”), el centro Lionel Batista (6’9") y el veterano escolta Yudniel Pérez (6’3”) fueron seleccionados de forma consecutiva entre el turno dos al seis luego que los Caciques de Humacao escogieran al base boricua de la Universidad de Miami, Ángel Rodríguez, con la primera selección.

Piñeiro fue escogido por los Indios de Mayagüez con el segundo turno, Ramos por lo Brujos de Guayama con el cuarto y Pérez por los Piratas de Quebradillas con el sexto, mientras la dupla de pívots de Romero y Batista fueron seleccionados por los Atléticos de San Germán con los turnos tres y cinco. En el caso de Batista, éste fue originalmente escogido por los Santeros de Aguada pero fue luego transferido a San Germán por el base Tjader Fernández (5’10” – Universidad del Turabo) y el turno de primera ronda del 2017.

Según Bobby Porrata Doria, la razón de que los equipos prefirieron a los jugadores cubanos por encima de canasteros de ascendencia boricua que venían de NCAA, como los delanteros Derek Reese Montañez y Chris Ortiz, fue por su disponibilidad y disciplina.

“La realidad es que son jugadores que ya están casi todos disponibles para jugar desde el primer día, hablan español, han vivido aquí, conocen nuestra cultura, son buenas personas y se han adaptado bien al país. Por eso tienen esa ventaja sobre algunos ‘nuyoricans’ que llegan tarde de NCAA, aparte de que algunos que han llegado de allá en años recientes han carecido de disciplina y entrega. Con los cubanos no habrá ese problema”, dijo Porrata Doria.

“En mi caso, tengo a Romero, que está en el D-League y es un atleta fenomenal, y a Batista que mide casi 6’10”. Con esos dos, más (Carlos) “Yao” López y Matt López tengo cuadrada la línea frontal por buen tiempo. Para este año voy a traer un refuerzo en el centro pero es porque Matt no está al 100 por ciento y solo me podrá jugar de 10 a 15 minutos por noche”.

En el caso de los Indios, éstos se mostraron muy contentos con la adquisición de Piñeiro, quien posiblemente es el más talentoso de los cubanos.

“Piñeiro era el armador titular de Cuba y yo dirigí contra él cuando estaba al mando de Panamá. De todos es el que más experiencia internacional tiene jugando contra tipos de primer nivel. Es un jugador con buenos recursos ofensivos y defensivos que puede jugar la uno y la dos. Puede ser mi primer ‘guard’ viniendo del banco”, dijo el dirigente de los Indios, David Rosario.

Originalmente, los Indios iban a canjear ese turno a Guayama por el delantero Kevin Young y hasta hubo un estrechón de manos, según indicó el Lic. José Barea, pero a último minuto el apoderado de los Brujos, Rafael Rodríguez, desistió del mismo.

El grupo de cinco cubanos es el primero desde el 2002 que es escogido en un sorteo del BSN, cuando los ‘gares’ Ángel Caballero y Roberto Herrera – que habían desertado durante el Preolímpico de 1999 – fueron seleccionados.

Humacao el gran ganador

En términos de talento adquirido, sin duda los Caciques salieron airosos en la contienda, no solo al escoger a Rodríguez con el primer turno, sino que Reese Montañez (6’7”, Universidad de Tennessee) les cayera del cielo en el séptimo turno, sumado a selecciones interesantes en rondas posteriores como (Jahvari Josiah – 6’5”- Coppin State) y el pívot de 6’9”, José Ramos.

“Creo que tuvimos un gran sorteo. Tener a Ángel y a Reese para mí fue tremendo porque Reese era el segundo mejor jugador en mi lista en ese sorteo y me cayó al séptimo turno. Ahora el reto es ver si los podemos traer a ambos esta temporada o si tendremos que esperar al 2017. Pero en términos de talento, creo que salimos muy bien”, dijo el gerente general de los Caciques, Jorge Meléndez.

“Eso sí, vamos a ser a agresivos y vamos a ir a Miami a visitar a Ángel para tratar de convencerlo para que juegue una vez termine sus compromisos con la NCAA. Reese es muy posible que llegue, pero para fines de abril”.

Otro que salió contento con sus selecciones lo fueron los campeones Leones de Ponce, quienes irónicamente lograron escoger a los tres jugadores que tenían en mente: el delantero uruguayo Marcel Souberbielle (Malvin en Uruguay), el base nuyorquino Terrence Curry (Universidad de Marist) en segunda ronda y al escolta Charlie Lanauze Jr. en tercera ronda.

“Souberbielle es un 6’7” que sabe jugar y puede entrar ya en la rotación, Curry viene de la misma universidad que Bobby Joe Hatton y podría cubrirnos la vacante en la posición de base suplente para Carlos Rivera, mientras que Lanauze es de los nuestros y vamos a desarrollarlo”, dijo el nuevo administrador de los Leones, Gerardo Misla.

Los otros dos jugadores escogidos en primera ronda los fueron el centro Emanuel Pellot (6’10”) por los Atenienses de Manatí con el octavo turno y Chris Ortiz (6’8”- Kent State) por los Cangrejeros de Santurce. Ortiz podría ser una de las sorpresas del sorteo.

En el caso de los Capitanes de Arecibo, éstos no hicieron selecciones tras reclamar como hijos de franquicia a los jugadores al centro de 19 años de sus categorías menores Joel Rodriguez (6’10”) y al escolta Oged Santiago (6’2”). Quebradillas, a su vez, reclamó como hijo de franquicia al base Brian Rosario.

Por otra parte, los Vaqueros de Bayamón fueron los únicos que no hicieron selección de primera ronda pero con el primer turno de la segunda ronda (adquirido mediante canje con Humacao por Edwin Ubiles), escogieron al delantero fuerte Jason Pimentel, jugador fornido de 6’8” cuyo padre jugó con los Mets de Guaynabo pero que viene con interrogantes de disciplina tras haber sido expulsado de las universidades Old dominio y Longwood.